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Día 75: Ashley.

6 de Diciembre.

Tamborileo los dedos sobre mi rodilla mientras leo el enunciado de libro. Tengo un examen de matemáticas que me tiene preocupada. Lo que me preocupa no es que me vaya mal, sino el juicio. Hoy deberían hacer testificar a las personas más cercanas a nosotros para estudiar nuestro comportamiento, y probablemente llamen a Keller para saber los resultados de nuestros estudios psicológicos. Así que eso me tiene con la ansiedad por el cielo.

Doy un trago al café el cual no debería estar tomando, Noelia dijo estrictamente que debo tener una buena alimentación si no quiero desmayarme en plena sesión. Pero lo único que lograba mantenerme despierta era eso.

―¿Mucha tarea? ―levanto la mirada encontrándome con el amigo de Zack sentándose frente a mí. Vuelvo a centrarme en mi tarea ignorándolo completamente―. A veces no comprendo que ve Zack en ti ―vuelvo a mirarlo con el ceño fruncido pero se apresura en corregir lo que dijo―. No me malinterpretes, eres bonita, muy atractiva pero no resultas sociable, es difícil sacarte una palabra, miras a las personas como si fuesen los culpables de todos los problemas del mundo.

«Y aun así él te pone por sobre todo, incluso su futuro ―vuelvo a fruncir el ceño pero esta vez con confusión―. No lo tomes personal, no tengo nada contra ti. Pero soy amigo de Zack desde que éramos pequeños, en el momento en que te conoció él comenzó a ponerte por sobre todo ―pasa una mano por su cabello acomodándolo―, incluso sin saberlo él estaba perjudicándose por solo hacerte reír.

―¿De qué hablas? ―aparto la taza con café al igual que los libros y él se apoya sobre la mesa.

―Zack es uno de los mejores en el equipo, podría incluso tener una carrera siendo futbolista y lograría llegar lejos. Pero no lo hará contigo a su lado ―ladea la cabeza examinando mi rostro―. Lo castigaron, por defender a tu otro noviecito. Falta a las prácticas, para estar contigo en el juicio aun cuando tú te acuestas con otro.

«No debería decir esto que diré a continuación pero lo diré porque quiero lo mejor para mi amigo. Una universidad se contactó con nosotros, tienen uno de los mejores equipos de futbol y están dispuestos a darle una beca ―no puedo evitar la sorpresa en mi rostro―. No te alegres, él la rechazo antes de poder siquiera escuchar la propuesta ¿Sabes por qué? Porque es una de las mejores universidades en el extranjero. Él rechazó una gran universidad porque entiende que ir allí es alejarse de ti y no quiere perderte.

Enderezo mi espalda mirándolo perpleja. No tenía idea que eso había sucedido, Zack no me comento sobre eso. Claramente le habría dicho que no aceptar la estúpida oferta es estúpido.

―Ashley sé que no eres mala, pero debes pensar en él también, así como él siempre piensa en ti ―se encoge de hombros. Zack entra a la cafetería acercándose a la mesa.

―Aquí estas, mamá se volverá loca sino vas ―cuando se acerca intenta besarme pero aparto la cabeza fingiendo que acomodo mis cosas―. ¿Qué haces tú aquí? ―pregunta saludando a su amigo.

―Vine a comer y la encontré sola. Pero ya me voy, gran charla Ashley, deberíamos repetirla en algún momento ―me quedo a solas con Zack pero evito a toda costa mirarlo.

―¿Estas bien? ―pregunta cuando comienzo a recoger mis cosas, le doy un asentimiento de cabeza y camino hasta la puerta de salida―. Ey, Ash ¿Qué sucede? ―pregunta tomando mi brazo cuando salgo. Suspiro negando con la cabeza.

―Solo estoy nerviosa ―toma mi mano y me da una sonrisa.

―Todo va a salir bien ―camina a mi lado mientras me acompaña hacia el juzgado, por suerte el señor Fischer hace todo lo posible para no tener que hacerme testificar, tuve que hablar con él, pedirle que no me haga hacerlo a menos que sea necesario.

Un Secreto En Otoño [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora