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𝘼 𝘿 𝙑 𝙀 𝙍 𝙏 𝙀 𝙉 𝘾 𝙄 𝘼:
Este capítulo tiene contenido de violencia que puede ser sensible y explícito para algunas personas.
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Sara aún podía sentir el sabor metálico de la sangre en su boca. Un golpe le había aflojado una muela y otro había provocado que la perdiera. Recordaba vagamente ser arrastrada entre los árboles hacia los caballos, luego la habían subido a una montura y un hombre se había colocado detrás de ella, en momentos el dolor era tan intenso que estaba a punto de perder el conocimiento, pero cuando sentía las manos de aquel hombre tocarle los pechos trataba de luchar para alejarlo de ella.
No supo de donde sacó la fuerza, pero cuando se hartó de la situación golpeo al hombre en la cara con el codo y forcejearon de tal forma que ambos cayeron del caballo, una vez en el suelo tomó una piedra e intento seguir golpeándolo hasta que los otros compañeros audaces la separaron a golpes del hombre. Sara estaba segura que moriría esa noche, pues no dejaría que ninguno de esos hombres la tocara.
Cerró los ojos por unos momentos y cuando recuperó sus sentidos escuchó al Lannister hablando con mercenario que tenía el aspecto y las ropas de un cadáver.
—Oro —le dijo Jaime—. ¿Te gusta el oro?
—Reconozco que resulta útil. —Urswyck el mercenario con aspecto de cadáver lo miraba atentamente.
—Todo el oro de Roca Casterly —dijo Jaime con una sonrisa cómplice. Los hombres solían ver lo que querían en una sonrisa cómplice—¿Por qué lo va a disfrutar la Cabra? ¿Por qué no nos llevas a Desembarco del Rey y te quedas tú con mi rescate? Y también con el de ellas, si quieres. Una vez, una doncella me dijo que a Tarth la llamaban la isla Zafiro... y la otra chica es la hermana de Robb Stark el Rey en el norte.
—Media hermana si me han informado bien —corrigió Urswyck—, nadie pagaría mucho por una bastarda.
—Robb Stark lo hará—aseguró Jaime—. Es una bastarda, pero tiene más sangre noble que tu o cualquiera de estos hombres y en el norte es tratada como una princesa.
Robb sin duda habría pagado un buen rescate por ella, lo que Jaime Lannister no tenía en cuenta era que Robb supiera que aquellos hombres la habían golpeado y maltratado lo único que obtendrían sería un buen castigo, sin embargo, aquel último comentario no le gustó para nada a Urswyck, pues ordenó a dos de sus matones bajar a Jaime del caballo solo para propinarle un puntapié que lo hizo doblarse del dolor.
