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Lady Stark no se había atrevido a pasar de nuevo por Puenteamargo, así que optaron por regresar por el centro mismo de la guerra, a través de las tierras ribereñas que la furia de los Lannister había transformado en un horrible desierto ennegrecido y desolado. Cada noche los explorares venían con noticias que tan terribles que impresionaban a Sara y cualquiera que las escuchara. Aun no podía creer que hubiera alguien capaz de realizar actos de semejante crueldad; dejar familias enteras sin hogar, sin comida, asesinar, violar, robar, arrasar con aldeas enteras sin dejar sobrevivientes... comenzaba a darse cuenta que el mundo era un lugar hostil y lleno de maldad, quería regresar de nuevo al norte, a la seguridad de los muros de Invernalia, pero aquello parecía un sueño todavía lejano.
A dos días a caballo de Aguasdulces, un explorador los divisó mientras abrevaban a los caballos junto a un arroyo lodoso. Cuando se acercó a ellos, Lady Catelyn ordenó que los llevara con su tío, pero se toparon con la sorpresa de que había partido junto con Robb hacia el oeste. Sara tenía la esperanza de volver a encontrarse con su hermano antes que su ejército avanzara de nuevo y emprender la marcha junto con él, sin embargo, mientras se dirigían hacía el campamento de Martyn Ríos cayó en cuenta de las intenciones ocultas de Robb por mantenerla a salvo junto con su madre en Riverrun y se sintió un poco traicionada por no dejarla luchar para vengar la muerte de su padre.
—Su Alteza dejó a Ser Edmure para que defendiera Aguasdulces y le cubriera la retaguardia. —les comentó el explorador.
—¿Hay noticias sobre cómo le va a Robb en el oeste? —preguntó Sara
—¿No se han enterado? —El explorador parecía muy sorprendido—. Su Alteza consiguió una gran victoria en Cruce de Bueyes. Ser Stafford Lannister ha muerto, y su ejército se ha dispersado
Lady Catelyn se limitó a asentir y Sara no dijo nada, sin duda le alegraba que su hermano estuviera ganando batallas, pero le hubiese gustado estar junto a Robb, así la victoria habría sido tan dulce como un néctar. Ser Wendel Manderly lanzó un grito de alegría y varios de los hombres que iban tras de ella se le unieron.
El campamento de Martyn Ríos se encontraba entre los restos de una fortaleza destruida, junto a un establo sin tejado y un centenar de tumbas recientes, pero se fueron casi tan pronto como llegaron, pues Ríos los recibió con la noticia de que Lord Tywin había partido de Harrenhal y avanzaba hacia el oeste junto con todo su poderío y lo más probable era que cayera sobre ellos en tres o cuatro días. El campamento de se levantó con presteza y Martyn montó junto a Lady Stark cuando se pusieron en marcha de nuevo. El grupo se componía ya de unos cincuenta hombres, que cabalgaban bajo los estandartes del lobo huargo, la trucha saltando y los torreones gemelos.
La comitiva que venía desde Bastión de Tormentas quiso saber más detalles sobre la victoria de Robb en el cruce Bueyes, y Martyn Ríos estuvo encanto de proporcionárselos.
