31. THROUGH THE STORM

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¡Hola! Tengo unos anuncios y aclaraciones muy importantes que hacer respecto a este fanfic, pero dejo la nota al final para no hacer más suspenso del que ya he hecho

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¡Hola! Tengo unos anuncios y aclaraciones muy importantes que hacer respecto a este fanfic, pero dejo la nota al final para no hacer más suspenso del que ya he hecho. Disfruten la lectura.

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El camino a Los Gemelos se sumió en la oscuridad. El viento le golpeaba la cara con ímpetu y el agua que caía del cielo le helaba la piel. Deseaba no haberse quitado la capa pues al menos así tendría un poco de protección ante la lluvia, pero era demasiado tarde para siquiera pensar en eso. No mucho después el galope se volvió demasiado peligroso, por lo que Sara se vio obligada a reducir la marcha y se puso al trote. Ni siquiera pensó en ir al paso, tenía que llegar con Robb. A lo lejos se escuchó el retumbar de la tormenta a la que se acercaban, de cuando en cuando el bosque se iluminaba con la luz de los rayos, aquello no le había importado hasta que divisó como un relámpago golpeaba un árbol a unas cuantas millas de donde se encontraba.

El caballo relinchó, coceó y se puso de nuevo al galope. Sara sujetó bien las riendas y se pegó al cuello del caballo.

—Sólo es una tormenta—dijo con voz tranquila mientras tiraba de las bridas para bajar la velocidad y esquivar los troncos caídos. —. No hay porque temer...

Pero el viento y la lluvia no hicieron más que intensificarse. Detuvo al corcel. Por delante de ella el sendero se bifurcaba. «Uno dirige al Camino Real y el otro...» ¿Hacia dónde estaba yendo? De repente se dio cuenta de que llevaba rato sin escuchar el rumor del río, ahora bien podría estar yendo hacia Salinas. «¡Ah! qué más da, yo nunca me pierdo, siempre sé por dónde hay que ir...». Sara apretó las riendas dispuesta a dirigir al corcel hacia uno de los dos senderos «...Aunque no estamos en el norte».

Una enorme forma pasó por encima de su cabeza dejando un sonoro graznido gutural. El caballo se inquietó, relinchó y se echó al galope eligiendo el camino de la izquierda.

—Solo es un cuervo. Un cuervo normal y corriente—dijo mientras sentía como el corazón se le aceleraba—.Un cuervo enorme que está más perdido que nosotros.

La senda se retorcía entre la inmensidad del bosque y la peligrosa oscuridad, pero de repente la luz de los relámpagos la dejaba ver con claridad, al menos por unos instantes. Cabalgó más deprisa, podía sentir el chapoteo debajo de los cascos al pasar por el fango, siguió así por largo rato, hasta que el mismo camino la obligó a reducir la marcha. En esa parte la vereda se volvía estrecha, serpenteante y a su izquierda se encontraba un acantilado. Sara se detuvo. Un rayo de luz le hizo ver a su derecha los dientes de sierra formadas por las copas de los árboles y más al fondo, entre las tinieblas se alzaban las Montañas de la Luna. Volteó hacia su izquierda cuando otro relámpago iluminó el panorama y por fin pudo ver el río cuyo afluente bajaba torrencialmente en busca de la desembocadura al mar. «Nunca me equivoco»

𝐖𝐎𝐋𝐕𝐄𝐍 𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 || 𝐆𝐎𝐓Where stories live. Discover now