Capítulo XXVII

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Quebec.

¿Porqué me siento tan mal? Quiero desaparecer e irme con mi madre, jamás creí que alguien llegara a cambiar mi vida. Lo peor es que no lo conozco, las pocas cosas que sé son malas... pero al estar con él es completamente diferente, me ha apoyado con la fundación, me ha escuchado y sobre todo, me hace sentir segura. 

El dibujo de Esther es idéntico a lo es Will, sus ojos brillantes y esos labios que me vuelven loca. Su descripción es exactamente lo que es estar con él, te lleva al cielo estando en el mismo infierno,  llevándome hasta su paraíso.

Guardo el diario en el maletero, me bajo del auto, compro las mejores flores que hay y me dirijo a la cripta donde están los restos de mi madre, el camino es largo y silencioso, lo único que quiero en estos momentos es hablar con ella y desaparecer por unas horas. Al estar cerca, me limpio la cara y trato de verme lo mejor posible, mis ojos están hinchados y mis mejillas mojadas y rojas, nunca había llorado de esta manera, ni siquiera cuando mi madre murió. 

 El clima es frío, está nublado y hay una ligera capa de neblina, en la distancia logro ver la silueta de un hombre, se me es difícil ver si , al acercarme más, la persona se levanta y se dirige a mi. Está vestido completamente de negro, trae unos lentes oscuros y una boina que me impide ver completamente su rostro, me acerco más. 

- ¿Quién es usted?-lo observo y veo que lentamente saca un sobre de su saco, me lo entrega.

-Eres igual a tu madre.-lo miro y tomo el sobre. 

- Lo volveré a preguntar, ¿quién es usted?-suelta una carcajada y vuelve a ponerse serio.

-Si abres el sobre lo sabrás. 

Antes de abrirlo coloco las flores en la lápida y comienzo a arreglarlas para que se vean bien. Al terminar, me levanto y abro el sobre, hay una hoja doblada, al abrirla veo que es de una clínica de análisis médicos. 

- ¿Qué es?-solo me mira sin decir una palabra, comienzo a leer. 

 "Prueba de paternidad. 

Nombre: Rubén Salas. Grupo sanguíneo: AB + 

Nombre: Quebec Salas. Grupo sanguíneo: A + 

Observaciones: Parentesco del 0 al 100%: 99.9%" 

Lo miro sorprendida, mierda, él es mi padre.

Se quita la boina y los lentes. Si lo miro detalladamente es canoso, tiene arrugas y se ve realmente joven para ser mi padre. 

-Hola, hija. 

No sé que decir o hacer, estoy realmente sorprendida, se acerca y toma mis manos, estoy temblando. 

-Te he estado buscando por años. 

Todos estos años creyendo que estaba muerto, era mentira, toda mi infancia ha sido una mentira, cuando mi madre decía que era necesario cambiarnos de ciudad por problemas económicos, eran mentiras. 

-¿Cómo me encontró?

-Me dijeron sobre la muerte de tu madre, tenía que encontrarte lo antes posible, no quería que estuvieras sola.-pasa su mano a mi mejilla y comienza a acariciarla con el pulgar.-Después me enteré que trabajabas para el señor Maxwell y que ahora estás involucrada con el señor Crane.

¿Cómo sabe de todo?, apenas nos conocemos y ya sabe más de lo que debería. Me aparto de él, mi mente está tratando de procesar todo, pero es demasiado. 

-Sé que estás investigando a William, sé que te han mandado para matarlo.-lo miro a los ojos, puedo decir que es sincero, pero sabe demasiado.-William no es malo. 

-No lo conoce y no me conoce.-interrumpo.

-En tan poco tiempo sé lo importante. 

-Mire, no quiero nada de usted, ni su lástima, no quiero nada que venga por parte de usted, ¿quiere mi confianza? se la tiene que ganar, ¿quiere recuperar los años perdidos? es demasiado tarde, 25 años, tarde. Así que no venga a decirme todo lo que sabe ya  que en realidad no sabe absolutamente nada de mi ni de mi vida.

Estoy molesta, ¿porqué se aparece cuando ya es tarde?, acaso, ¿no le importé cuando era pequeña?, por lo que mi madre decía era que estaba casado cuando se embarazó de mi, pero a los meses de haber nacido había muerto en un accidente, también había dicho que era su castigo por tener a una bastarda como hija; tener un amorío con una mujer "desconocida", embarazarla y dejarla por su cuenta, que gran padre. 

Tengo tantas preguntas en que hacer, pero ahora no estoy psicológicamente bien para recibir más información. Nos quedamos en silencio por unos minutos, hasta que él habla. 

-Bueno, al parecer vienes a ver a Judith.-dice mientras mira las flores.

-Necesito estar a solas.-aparto la mirada y doy un paso hacia atrás, se inclina y acomoda una rosa entre las otras flores, sonríe, se levanta y me mira. 

-Por favor, déjame saber de ti, llámame si me necesitas.-me entrega una tarjeta, sonríe y se va.

Me quedo un rato con mi madre, le platico sobre lo que ha estado pasando en las últimas semanas, mis sentimientos hacia Will y lamentablemente, le admito que tal vez me estoy enamorando del hombre que tengo que matar. Es extraño hablar con una lápida, pero siento que está conmigo y sé que me escucha. 

Una hora más tarde decido que es hora de irme y hablar con Erick para que ver que podemos hacer para tener más información. Me despido de mi madre y me dirijo a la salida. 

Me acerco a mi auto, al abrir la puerta siento un golpe en el hombro derecho, el estruendo es fuerte y me siento desvanecer, mi cuerpo no responde, paso mi mano por la herida y hay sangre, toco por la mancha y siento algo incrustado en mi hombro, maldición, me han disparado. 

-Me has fallado.-escucho la voz de un hombre.

Mis rodillas caen al suelo y lentamente todo se vuelve negro.

Oh, Por Dios! (I)Where stories live. Discover now