Capítulo: XXIX

276 25 3
                                    

Quebec.

¿Qué pasó?, me despierto en un lugar oscuro, trato de moverme pero estoy atada de manos y pies, mi boca tiene un trozo de cinta que me tiene imposible hablar o gritar, mierda, estoy en ropa interior, ¿porqué no me acuerdo de nada?, ¿abusaron de mí?, la idea de volver a pasar por lo que Anthony me había hecho me hace querer vomitar, ¿desde cuando estoy inconsciente?.

Trato de moverme un poco para ver en dónde estoy, es de noche y todo está oscuro, solo me acompaña una vela al lado del colchón en el que estoy acostada. No sé cuánto tiempo pasa hasta que escucho que se abre una puerta, los pasos de escuchan más cerca y siento una presencia observándome.

-Hasta que despiertas.-¿Qué?, conozco esa voz, ¿ha venido a ayudarme ?, gracias a Dios ya no estaré aquí y me sacará de este lugar.  Me retuerzo un poco para que me ayude a deshacerme de los amarres, se inclina ante mi, toma mi mejilla y sonríe.-Si hubieras cumplido con tu misión, nada de esto estaría pasando.  

Dejo de moverme, ¿qué?, ¿esto él lo hizo?, no, no, no.  

-Te he traído en dónde murió mi hija.-toma mis manos y comienza a desatarme, lo miro con terror, no me quiero mover solo por pensar en lo que es capaz de hacer.-Te traje de cenar, hace tres días que estabas inconsciente.

Avienta una bolsa de plástico a mi lado, la abro y en un pequeño contenedor hay unos tacos, aún están calientes, y un refresco.  Lentamente me quito la cinta que cubría mi boca, le sonrió y comienzo a comer, jamás pensé que estaría tan hambrienta.  Al terminar, le entrego la basura, él la toma y la tira en un bote, se acerca a mi y sonríe.

-¿Ha venido a salvarme?-pregunto, suelta una enorme carcajada.  

-No cariño, no cumpliste con lo que te pedí, al contrario, decidiste buscar sobre la muerte de mi hija y que fue lo que pasó, comenzaste a enamorarte de su asesino.-me quedo en silencio por un momento, le he fallado, me siento tan decepcionada por hacer fallado.-Y ahora tendré que hacer el trabajo sucio, y bueno, al parecer él se ha enamorado perdidamente de ti, ¿porqué no hacer daño con lo que le importa?  

Se acerca a una pequeña mesa que está en la habitación y logro ver que toma un palo de madera, regresa a mi, se inclina y vuelve a atarme, pero esta vez cubre mis ojos con una venda.  Solo me quedo esperando por lo peor.  

-Te cuidé cuando no tenías a nadie, te di un hogar, lo único que te pedí fue que mataras al asesino de mi hija y me decepcionas.  

Siento un golpe en mi abdomen, me ha quitado la manta y estoy expuesta ante él.  siento cómo comienza a golpearme con aquel palo de madera, no puedo llorar, gritar o evitar que continúe, estoy en shock, de verdad está decepcionado, pero, Will no la mató.  Mi cuerpo arde y duele, los golpes han parado y siento sus manos a mis lados, me gira boca a bajo y solo me quedo ahí, esperando.  

-Me fallaste.-su voz es un susurro, está llorando, escucho sus pasos alejarse, pero en cuestión de segundos siento otro golpe, es más fuerte y al tocar con mi piel puedo decir que es un cinturón, golpea mi trasero, mi espalda y mis piernas, pero  no puedo reaccionar, me siento paralizada.  

¿Qué clase de pesadilla es esta?, jamás pensé verlo así, jamás lo vi hacerle daño a alguien, decía que era su segunda hija y que me amaba por todo lo que he hecho por él, ¿y ahora?, me siento completamente desnuda, golpeada y humillada por alguien que decía ser mi padre.

Al cabo de minutos deja de golpearme, pone una manta en mi cuerpo y lo escucho marcharse, hasta cerrar la puerta.  La venda que cubre mis ojos está mojada por mis lágrimas, no puedo hacer nada, siento que en realidad me merezco todo lo que está haciendo, pero comienzo a creer que está cegado por la venganza y el odio.  Comienzo a quedarme dormida.  

-Mi amor, ¿qué te pasó?-me despierto de golpe, conozco esa voz y el temor surge, mierda, siento sus manos en mi adolorido cuerpo por los golpes, comienzo a temblar y trato de moverme, pero es imposible, quita la manta de mi y comienza a besarme la espalda,  desabrocha mi sostén, no, por favor, no de nuevo.-Te extrañé demasiado, tu pequeño cuerpo, mi pequeña muñeca.  

Baja sus manos a mi trasero y baja lentamente mis bragas, trato de quitar la cuerda de mis manos pero está ajustada de tal modo siento que corta mi circulación, sus manos separan las mejillas de mi trasero y hunde su cabeza entre mis piernas, comienza a lamer mi vagina y mete un dedo en mi entrada, las lágrimas no dejan de salir, no de nuevo, lo escucho reírse y muerde mi clítoris.

-Como la primera vez.-vuelve a reír, se separa de mi.-Verte así me pone tan duro.  

Escucho que desabrocha sus pantalones, los baja junto con sus boxers, se acomoda arriba de mi, con sus manos trata de colocarme a lo él quiera, y siento como la punta de su pene está en mi entrada, quiero irme, quiero que esto acabe, me penetra que bruscamente sintiendo cómo lentamente me desgarra por dentro, comienza a moverse y con sus manos me quita el sostén y comienza a acariciar mis pechos, pellizca mis pezones a tal grado que pareciera arrancarlos. 

Escucho la puerta abrirse bruscamente y siento un alivio en mi interior.  

-¡¿QUÉ CARAJO ESTÁS HACIENDO?!-el señor Maxwell grita y siento que Anthony sale de mi.

-Dijo que la disfrutara y eso estoy haciendo.

-Era para que la golpearas y cuidaras, animal, no que la violaras.  

-¿Qué no es lo mismo?, Además, a la perrita le gusta.  

Siento pisadas acercándose a mi, comienza a vestirme, me da un pequeño beso en la cabeza y susurra.  

-Yo me encargaré de él.-por un momento siento alivio, pero de igual manera el horror sigue ahí. Me acomoda boca arriba y me cubre con la manta.-Duerme un poco.  

Salen de la habitación, cierro los ojos y trato de dormir, en este momento lo único que quiero es que  William aparezca, jamás necesite de un hombre en mi vida, me he considerado independiente y fuerte, pero ahora, de verdad que lo necesito, necesito salir de aquí y saber que él está bien. Solo quiero descansar y pensar que es un mal sueño. 

No sé cuento tiempo dormí, pero despierto al escuchar a lo lejos el sonido de un auto, estoy tan cansada que quiero seguir durmiendo. Logro escuchar cómo se abre la puerta y en la mesa colocan una bolsa, en este momento no me importa nada más, no quiero comer, no quiero nada. Siento sus pasos dirigirse a otra habitación y alguien golpea la puerta, hay un silencio por todo el departamento, solo escucho los latidos de mi corazón en mis oídos y lentamente me hundo en el terror, quien sea que está afuera es probablemente que esté aquí para  lastimarme, ya lo hizo él, le llamó a quien me quitó las ganas de vivir y ahora, no sé quién sea.  

Vuelven a tocar y la puerta se abre lentamente, el aire frío me golpea y comienzo a temblar, no sé si es por el frío o simplemente por el miedo, la persona que está en la puerta corre hacia mi, siento que está a punto de  tomarme.  Will... 

-Así que sabías en dónde podría estar.

La puerta se vuelve a cerrar, dejándonos atrapados.

Oh, Por Dios! (I)Where stories live. Discover now