Epílogo

468 34 13
                                    

Tres años después.

Me encuentro frente a la puerta que da a la carretera, pensando seriamente si podría hacerlo o no, mi corazón late con fuerza y mi cuerpo tiembla.

Te buscaré hasta que sea lo último que haga.

Las últimas palabras que dijo antes de marcharme suenan todo el tiempo en mi cabeza, mi padre me dijo que es mejor darme por vencida, que ya no volverá, pero ¿cómo le explico a mi corazón eso? que sigo esperando todos los malditos días encontrarlo en la calle caminando y buscándome, tal vez y haberme mudado a Rusia sin siquiera contarle y saber de él.

Haber engañado a mi padre para poder regresar al mismo lugar donde dijo que me amaba fue lo mejor que pude haber hecho, necesito hacer esto, necesito saber que fue lo que pasó después de haberme ido, ¿y si lo mató? no puedo pensar en eso, tal vez y lo dejó herido pero nada más, o eso es lo que quiero esperar.

Tomo aire necesario, abro la puerta y decido entrar.

El garaje está en mal estado hay tierra y las hojas de los árboles esparcidas por todos lados, su auto está aquí, no está sucio o en mal estado y las marcas de las llantas están frescas, sin duda hay alguien aquí.

Me dirijo a la puerta principal y la abro. Los recuerdos surgen como si no hubiera pasado el tiempo, los siento muy frescos y puedo oler el aroma de los hot cakes de nuestro último desayuno juntos. La cabaña está completamente limpia, sin telarañas, polvo e insectos. Escucho pasos y ruidos en el jardín trasero justo al lado de la alberca. No quiero que sea una broma y quiero esperar a verlo ahí, solo lo quiero a él no quiero ver a un extraño limpiando o al señor Maxwell que me esté esperando. Solo quiero verlo.

Decido salir tratando de ser lo más cautelosa posible, tomo el arma que está en mi bolsillo trasero y la cargo, es mejor que esté preparada, abro el ventanal y busco de donde proviene el ruido, al salir, me encuentro detrás de la figura de un hombre, está vestido con un traje negro, su cabello es corto y frente a él, hay una mesa con platillos preparados para una persona. ¿Quién es?, no puede ser él, tal vez y es mi imaginación jugándome una broma, haciéndome ver al hombre que amo parado justo frente a mi.

Lentamente se voltea, quedando frente a frente.

-¿Quebec?


Agradecimientos.

Quiero agradecerle a todos los que me apoyaron desde el primer capítulo en la plataforma de Chapters y estuvieron esperando con ansias una actualización.

Gracias a todos y cada uno de ustedes, de no haber sido así jamás habría continuado escribiendo.

Este es el final del primer libro. Por el momento me tomaré unos días de descanso para poder obtener inspiración e iniciar con el siguiente; actualmente tengo en mente dos proyectos más que espero y reciban el cariño y apoyo como con este.

Gracias. 

Oh, Por Dios! (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora