CHAPTER FIVE

2.8K 229 0
                                    


- Ahora entiendo por qué te niegas a unirte a mi, Scott

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- Ahora entiendo por qué te niegas a unirte a mi, Scott. No eres un omega, ya eres el alfa de tu propia manada. 

Las palabras de Derek rompieron el silencio justo antes de escuchar un ruido y, cuando se giraron y vieron al kanima sobre el tejado de los McCall, a nadie le quedó ninguna duda de lo que ocurría.


Abby se despertó de golpe y se sentó cruzando sus piernas, había tenido una pesadilla. Jackson: el novio de su mejor amiga y el chico más molesto que había visto nunca, era el kanima. Por una parte, era increíble que nadie se hubiera dado cuenta antes, pero por la otra, todos estaban tan centrados en que Lydia podría ser el kanima que nadie había cuestionado a Jackson.

Salió de la cama lentamente y se pasó las manos por el pelo mientras caminaba descalza al piso de abajo, esperando encontrar cualquier comida para llevarse a la boca, como si se trataba de la cena de hace unos días. Cuando encontró un paquete de cereales sin abrir sonrió, sin duda estaba de suerte.

Mientras comía a cucharadas de su bol de cereales, escuchó el pitido del teléfono de su casa, indicando que tenía un mensaje nuevo. Llegó hasta él y le dio a uno de los botones del aparato para que el mensaje empezara a reproducirse y no se sorprendió al reconocer la voz de su madre.

- cielo, llegaremos a casa al mediodía. Nuestro avión sale en dos minutos, espero que todo...-la voz de su padre la interrumpió protestando, así que su madre se corrige- vale, vale... los dos esperamos que todo vaya bien, ¡te queremos!

El mensaje terminó y Abby inhaló profundamente, sus padres tan solo se comportaban así con ella por un sentimiento de culpa. Cuando tenía catorce años, les echó en cara todos sus viajes de trabajo y el horrible sentimiento de que sus padres estaban vivos, pero era como si no fuera así. Por ese entonces, ni siquiera parecía su hija, tan solo una niña con la que no tenían el mínimo interés en hablar si no era para informarle de algo. Así que ahora le llamaban siempre que volvían, diciéndole lo mucho que la querían. Como si fueran una familia unida y como si siempre lo hubieran sido. Agradecía que lo intentaran, pero actuaban muy forzados como para hacerla sentir cómoda.

Estaba mirando a un punto fijo en la pared mientras seguía desayunando hasta que volvió a escuchar un sonido, esta vez de su propio móvil. Subió las escaleras con las manos vacías, dejando la taza al lado de la mesita donde estaba el teléfono de la casa. Cuando llegó a su cuarto miró la pantalla del móvil, cogiéndolo al ver el nombre de Stiles en esta.


- ¿no puedes esperar a hablar conmigo? nos vamos a ver en una hora


- ¿una hora? Abby, ya ha pasado la primera clase


Abby abrió la boca dispuesta a debatir, pero la cerró al girar en redondo y dejar que sus ojos aterrizaran sobre el reloj de su cuarto, que obviamente indicaba que llegaba una hora tarde así que suspiró, cruzándose de brazos y sin molestarse en correr a prepararse.

𝐂𝐀𝐓𝐂𝐇 𝐌𝐄 || isaac laheyWhere stories live. Discover now