CHAPTER SIXTEEN

1.9K 156 14
                                    

Isaac llegó tarde a los vestuarios, con unas pocas ojeras bajo sus ojos y el pelo despeinado por haber salido tan rápidamente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Isaac llegó tarde a los vestuarios, con unas pocas ojeras bajo sus ojos y el pelo despeinado por haber salido tan rápidamente.

– ¡Señor Lahey, me alegra que vuelva! No tanto que llegue tarde.

– Lo siento, entrenador.

El rubio dejó la mochila en su taquilla y se quitó la camiseta tirando de ella para reemplazarla por la del entrenamiento y un peto con el número catorce.

Scott y Stiles se acercaron antes de salir de los vestuarios, el primero con una mueca al verle.

– Tío, estás horrible.

– Vaya, gracias.

– No me malinterpretes, es solo que... se te ve cansado. ¿Ha pasado algo?

– Aparte de unos cuantos asesinatos, dos lobos descontrolados y una manada de alfas de la que todavía no sabemos nada, claro. –añadió Stiles.

Isaac se aseguró de haber cerrado la taquilla correctamente, reprimiendo que un suspiro saliese de sus labios.

– No ha pasado nada, pero no soy una persona a la que le entusiasme venir al instituto. –respondió, encogiendose de hombros. Salió por la puerta cuando el silbato del entrenador resonó por los vestuarios.

– Creo que ha pasado algo entre él y Abby. – le dijo Stiles a su mejor amigo conforme el vestuario se vaciaba.

– ¿Qué te hace pensar eso?

– Está distraído, cansado y parece que no para de mirar a su alrededor. –enumeró, después inclinando su cabeza ligeramente–. Por no decir que he visto a Abby esta mañana y parece que alguien le ha succionado todas las ganas de vivir para venderlas por Internet.

Scott asintió, convencido por la teoría de su amigo.

– ¿Te ha dicho algo?

– Ha dicho que estaba bien. Ya sabes, es muy mala mintiendo.

El hombre lobo fue a contestar cuando el silbato volvió a sonar y en la puerta estaba el entrenador, con una mano en la cadera y una expresión de impaciencia.

– ¡McCall, Stilinski! ¿Acaso creéis que es la hora del recreo? ¡Moved el culo!

Isaac se arrodilló para atarse los cordones de las zapatillas antes de empezar el entrenamiento, vio de reojo como Stiles y Scott se juntaban con los demás y acabó con la mirada perdida en el suelo, pensando en los rasgos de una chica que conocía demasiado bien inconscientemente hasta que dos chicos pasaron a su lado, los reconoció de inmediato.

Cuando todos empezaron a correr, él se quedó parado un momento y Scott le puso una mano en el hombro.

– ¿Isaac?

– Son ellos.

– ¡Isaac, espera!

Pero él ya había echado a correr.

𝐂𝐀𝐓𝐂𝐇 𝐌𝐄 || isaac laheyWhere stories live. Discover now