CHAPTER THIRTY FIVE

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SEGUNDA PARTE

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SEGUNDA PARTE

- Dejémoslo en el sofá. -le indicó Deaton a Scott y Aiden.

- Es una locura -dijo Melissa-. Tendría que estar en el hospital.

- ¿Recuerdas lo que pasó la última vez, mamá? -le preguntó Scott, mirando a Abby de soslayo, pero lo suficiente para que ella lo notara.

- No parece muy grave, se está curando. -Deaton observó una herida en el cuerpo de Stiles con una mueca y Aiden reaccionó de inmediato.

- ¿Se está curando como nosotros?

- Eso es bueno, ¿verdad? -esperó Abby, abrazándose a sí misma y absteniéndose de acercarse a Stiles para ver si estaba tan mal como parecía.

- Para él sí -respondió Deaton, para su alivio-. Para nosotros, en cambio, no estoy tan seguro.

Abby hizo una mueca y se dirigió a la cocina. Alguien la siguió, pero no se giró hasta que consiguió una taza de café. Antes de siquiera girarse, ya sabía de quien se trataba y adivinó cuando Scott se acercó para darle un pequeño golpecito en el brazo.

- ¿Me estás robando café?

- Si no quieres que te lo robe, no lo hagas.

Scott rio al verla sonreír y se encogió de hombros.

- Lo he hecho para ti, ladrona.

- ¿Me has hecho café? Odias el café.

- Lo sé, es repugnante. Pero sabía que lo necesitarías.

Ambos se miraron y sonrieron antes de que Abby dejase el café encima de la encimera y abrazase con delicadeza al hombre lobo.

- Gracias.

- Ni las des.

No lo decía solo por el café, pero creía que Scott lo había entendido cuando se separó y la miró con cierta inseguridad.

- ¿Es normal no tener ni idea de lo que hago?

- Necesitaré más detalles, McCall. -señaló, alcanzando una botella de zumo para servir un poco en un vaso y dárselo mientras los dos se apoyaban contra la encimera y Abby esperaba que siguiera hablando. Él bebió un sorbo antes de hacerlo.

- No sé qué estamos haciendo o cual será el siguiente paso. Stiles solía ser el más lógico de los tres y no saber que plan seguir porque esta vez se trata de él me está... no lo sé. Lo único de lo que estoy seguro es que no puedo perderlo.

- No lo harás -dijo de inmediato antes de corregirse-. No lo haremos.

- Estoy en blanco, Abby. Todos quieren que les ayude a orientarse y... yo ni siquiera sé en qué punto estoy.

Scott se pasó las manos por el pelo e inhaló profundamente antes de que Abby le girase a ella de nuevo poniendo una mano sobre su mejilla con cariño.

𝐂𝐀𝐓𝐂𝐇 𝐌𝐄 || isaac laheyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora