CHAPTER THIRTY ONE

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-          ¿Papá? - Abby abrió la puerta de su despacho

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- ¿Papá? - Abby abrió la puerta de su despacho. Tenía una llamada perdida de Stiles y, cuando trató de llamarle, no contestó.

- ¿Qué haces despierta?

Vio en la mirada de su padre cierta preocupación y Abby se encogió mientras él la observaba.

- ¿Podemos hablar? Sin peleas de por medio.

Su padre asintió lentamente y pestañeó varias veces; eran pasadas las doce de la noche y sabía lo cansada que su hija debía de estar, por eso no puso pegas cuando ella por fin quiso explicarle algo que parecía importante. Señaló la silla vacía enfrente de su mesa y Abby se sentó, abrazándose a sí misma y frotándose los brazos por el frío.

- ¿Qué sucede, Abigail?

- Creo que sucede algo malo con una persona.

- ¿Con quién?

- Stiles.

Abby dejó de mirar el marrón oscuro de la mesa para clavar su mirada sobre la de su padre, para que supiera que no era solo preocupación, sino porque estaba segura de ello.

Su padre permaneció en silencio un segundo, analizando que era del novio de su hija de quien iban a hablar. Después, cuando su móvil del trabajo vibró, él lo apagó.

- Te escucho.

Era la primera vez que hablaban sin gritos de por medio en años, pero Abby no tardó en empezar a hablar. Le contó sobre el darach, lo que tuvo que hacer Stiles para encontrar a su padre en el nemetón y como desde entonces, no había vuelto a ser él mismo. Mencionó las pesadillas, sus ataques de ansiedad y el cansancio que le había llevado a acudir al hospital.

Su padre no la interrumpió, así que ella continuó hablando.




Casi una hora después, Isaac se levantó de golpe cuando Scott lo llamó a gritos. Salió corriendo de la habitación y se asomó a la suya.

- Es Stiles. -dijo Scott, rebuscando por su cajón algo que ponerse.

- ¿Qué pasa?

- No lo sé.

Tardaron menos de dos minutos en cambiarse, justo cuando el teléfono de Scott volvió a sonar y Isaac pensó en llamar a Abby. Ella debía saberlo ya, ¿no? Y si no era así, no creía que debieran ocultárselo. Scott descolgó la llamada y Stiles divagó y dijo que parecía estar en un sótano industrial.

- Stiles, ¿por qué susurras?

- Porque creo que hay alguien, Scott -el temor en su voz puso alerta a Isaac e inconscientemente, sacó su propio móvil del bolsillo-. Estoy bastante seguro de que no estoy solo.

𝐂𝐀𝐓𝐂𝐇 𝐌𝐄 || isaac laheyWo Geschichten leben. Entdecke jetzt