Capítulo 52.

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Todas las escenas no - sexuales y sexuales narradas en este libro cuentan con la participación de personajes mayores de edad de acuerdo con las nuevas normas de consentimiento de Wattpad. Además, todas ellas cuentan con consentimiento expreso para su realización. Más información o dudas sobre las modificaciones en mi página de Instagram. 

Madison's POV.

A la mañana siguiente, cuando despierto entre las sábanas de la cama de Ian, un gran sentimiento de felicidad invade mi pecho. 

Dios, me duelen muchísimo las piernas. Creo que estoy realmente adolorida ahí abajo por todo lo que hicimos anoche.

Una sonrisa boba se forma en mis labios al recordarlo. 

- Dios, papi. - exclamo mientras sigo moviéndome encima de él. Noto que los muslos me tiemblan y empieza el dolor, pero el placer que siento es mucho más que eso mientras él aprieta mis caderas con sus manos siguiendo mi ritmo con las suyas, entrando aún más profundo en mi interior.

No sé cuántas horas llevamos en la cama, he perdido la cuenta de las diferentes poses que hemos hecho y se lo que voy a ver en cuando me mire en un espejo, porque estoy muy segura de todas las marcas que encontraré en mi piel. Ian se ha dedicado a chuparme y marcarme por todos lados. Desde mi cuello, donde empezó con besos húmedos hasta mis pezones que se encuentran rojos y erguidos por la excitación. Incluso mis muslos tienen algunas marcas de pequeños mordiscos. Y bueno, mejor no hablar de culo, el cual se encuentra marcado por las grandes manos de Ian en un tono rojizo, producto de los azotes que me ha dado mientras me ponía en cuatro en la cama.

Después de la primera vez que lo hicimos anoche pensé que hasta ahí iba a ser, que después íbamos a continuar durmiendo abrazados mientras Ian me susurraba cosas bonitas al oído, pero obviamente eso era demasiado tranquilo para alguien como él, que no había tardado en empezar a besarme otra vez y meterme mano por todos lados.

Y bueno, tampoco puedo decir que me negué, porque, ¿Quién se negaría a un hombre como Ian?

Jadeo cuando se incorpora sin apartar las manos de mi cuerpo, para acercar sus boca a mis pezones y chuparlos, mordiéndolos ligeramente. Apoyo mis brazos en sus hombros para seguir sin perder mi ritmo. Estoy apunto de correrme y que Ian meta una mano entre ambos para acariciar mi clítoris solo hace todo esto mejor.

- Joder, bebe. - soltó un quejido ronco cuando mordí su labio inferior, besándolo después. Apretó un poco más sus manos en mis caderas y supe en ese momento que nuevas marcas se formarían en ese lugar, pero ya no importaba, estaba demasiado ida por el placer como para preocuparme. - ¿Te gusta esto no? ¿Te gusta montarme así, bonita? - susurró en mi odio y juro que su voz pudo haber hecho que me corriera en ese mismo momento.

- ¡Si, me encanta! - grité cuando su pulgar se movió aún más rápido por mi punto más sensible haciéndome llegar al orgasmo con el nombre Ian saliendo de mis labios de forma escandalosa. 

A pesar del dolor en mis piernas y el cansancio, seguí moviéndome encima de Ian hasta que finalizó corriéndose en mi interior, dejando caer su cabeza en uno de mis hombros.

Besé sus labios en un suspiro exhausto y satisfecho, mientras ambos intentábamos regular nuestra respiración. Todo en la cama era un desastre, las sábanas revueltas, las almohadas por el suelo. Incluso casi rompemos una de las lámparas de la mesilla de noche. 

Se notó el deseo y las ganas reprimidas durante estas tres semanas sin vernos.

Tomé una bocanada de aire antes de hablar.

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