Capítulo 36.

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Todas las escenas no - sexuales y sexuales narradas en este libro cuentan con la participación de personajes mayores de edad de acuerdo con las nuevas normas de consentimiento de Wattpad. Además, todas ellas cuentan con consentimiento expreso para su realización. Más información o dudas sobre las modificaciones en mi página de Instagram. 

Capítulo dedicado a:

caromerlo8
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La señora Varda apareció poco después, dando dos suaves golpes con sus nudillos en la puerta, abriendola con una sonrisa y justificando la explicación de Ian.

- Adelante, señora Varda. - Ian se separa de mi, quedando solo su mano en mi cintura y le regala una sonrisa a la mujer. - Ella es Madison, mi chica, de la que le hablé.

- Oh, no sabía que había llegado. - se acerca a mi para darme dos besos. - Encantada de conocerte.

- Igualmente. - le devuelvo la sonrisa, viendo con ternura como sus facciones se marcan al hacerlo.

- He venido a despedirme, muchacho. - se dirige a Ian. Sinceramente me resulta gracioso que no lo llame 'Señor Miller' como suele hacer todo el mundo. - Mi señora está impaciente por verme y que la ayude para la llegada de nuestros nietos. - el asiente y la señora continua. - He dejado todo organizado para vuestra estancia en la casa. Tenéis todo lleno de comida y la piscina abierta, por si queréis daros un baño. Recuerda todo lo que te he dicho sobre donde pueden encontrar las sábanas y toallas. Pueden caminar si lo desean por toda la parcela, hoy unos jardines muy bonitos. - señala la vista de la ventana de la habitación. - Os dejo mi número de teléfono por si necesitáis algo y... - un pitido empieza a sonar cortando su frase. Con tranquilidad saca un pequeño móvil del bolsillo de su chaqueta. - Darme un segundo. - nos sonríe y responde. - Cariño, estoy con unos clientes, no me falta nada para llegar a casa. - la voz de otra mujer se escucha por la línea. - No, cocino yo si quieres, tu vete arreglando. Si, en menos de media hora estoy allí, adiós amor. - cuelga y nos vuelve a prestar atención. - Como os decía, aparte del número tenéis dos copias de las llaves por si acaso. - asentimos. - Disfrutar mucho, chiquillos.

- Le acompañamos hasta la puerta señora Varda. - ella asiente hacia Ian y se da la vuelta.

Salimos de la habitación bajando unas escaleras de madera hasta llegar a un amplio salón decorado por un sofá color claro y varios cojines marrones, una gran televisión y una hermosa chimenea enfrente. En la puerta nos vuelve a dar dos besos.

- Hasta luego. - se despide con la mano y se monta en su pequeño y antiguo coche, arrancando y marchándose.

- Al fin solos. - Ian se gira y me carga por los aires, haciendo que ría y enrolle mis piernas en su cintura. Paso mis brazos por su cuello para estar más estable encima suya.

- No te hagas tantas ilusiones, Miller. - Joel y Travis salen de lo que supongo que es la cocina. - Todavía seguimos aquí, así que dejen los mimos para otro momento.

Refunfuñando me suelta y yo me acerco a Travis para darle un golpe en el brazo.

- ¿Y eso porqué ha sido? - hace una mueca sobándose la zona afectada. Tampoco le he dado tan fuerte.

- Por no haberme contado lo de la sorpresa. - frunzo el ceño. - Sabes que no me gustan las sorpresas.

- ¿Esto no te gusta? - señala a nuestro alrededor con una sonrisa burlona.

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