Capítulo 7.

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Todas las escenas no - sexuales y sexuales narradas en este libro cuentan con la participación de personajes mayores de edad de acuerdo con las nuevas normas de consentimiento de Wattpad. Además, todas ellas cuentan con consentimiento expreso para su realización. Más información o dudas sobre las modificaciones en mi página de Instagram. 

Madison's POV.

Por desgracia al día siguiente las clases pasan demasiado rápidas y mis nervios aumentan al escuchar la campana que indica el fin de las clases de todo el día. Me ha dado tiempo durante toda la noche a ordenar mis ideas, pero aún así necesito hablar con el para mayor seguridad, aunque eso me vuelva en un manojo de nervios solo de personas. Recojo mis cosas y cuelgo mi mochila en el hombro para salir del aula en la que me encuentro, en la puerta me espera Travis.

- Hola. - me saluda con una gran sonrisa. - Sólo venía a decirte si puedes cubrirme con mi madre.

- ¿Cubrirte en que? - pregunto mientras caminamos hacia mi taquilla.

- Es que hoy es mi aniversario con Joel y pues me ha invitado a pasar todo el día de hoy y parte del de mañana con el. - murmura y puedo notar su sonrisa de enamorado. Parece que sus ojos se ponen con forma de corazón. Abro mi taquilla.

- ¿Vas a pasar toda la noche fuera? - vuelvo a preguntar otra vez, haciéndolo sufrir un poco más. 

- Si - puedo notar sus nervios. Cierro mi taquilla y me giro a verlo.

- ¿Y estás muy emocionado por ello?

- Si. - admite.

- ¿Y tendrás cuidado?

- Si.

- ¿Y...me llamaras cuando llegues a donde sea que vayas?

- ¡Si! - exclama. 

- Esta bien, yo me encargo. - pega un chillido y me abraza. - Pero hay una condición. - se separa de mi para poder mirarme. - Tienes que decirle a tu madre que te quedas a dormir en mi casa y que no puede llamar al fijo de casa porque está estropeado. - asiente. - Ah, y porfavor llega a la salida del instituto, sabes que tu madre siempre que te vienes a dormir a mi casa te recoge al día siguiente aquí.

- Muchas gracias Mad. - me vuelve a abrazar más fuerte. - Te quiero, eres la mejor de las mejores amigas. - río.

- Anda vete, seguro que Joel ya debe de estar fuera. - sonrío y le doy dos besos. Lo veo alegarse por el pasillo a paso rápido, destilando emoción.

Camino hacia la salida y mis pasos frenan un poco al ver el coche de Ian desde la distancia, aparcado un poco alejado del parking del instituto. Comienzo a caminar en su dirección, tomando aire y decidiendo en ese corto recorrido que no voy a dejar que haya contacto entre nosotros. Ya he descubierto la serie de sensaciones que puede generar en mi y cómo esas sensaciones pueden llegar a atontarme hasta cierto punto. 

- Hola. - sonrío con nerviosismo y el me devuelve el gesto.

- Hola, preciosa. - pasa sus brazos por mi cintura atrayéndome a el, intenta darme un beso en los labios pero giro mi mejilla, haciendo que sus labios se posen ahí. Parece entenderlo rápido.  - Esta bien, nada de besos, ¿hasta que hablemos?. - pregunta mirándome. Asiento. - Vale, pues entonces sube al coche pequeña.

Me abre la puerta con cortesía y yo me subo, sentándome en el asiento del copiloto. El no tarda mucho en coger su lugar ante el volante y poner el coche en marcha. 

- ¿Te parece ir a hablar a mi casa? - ofrece. Su mirada fija en la carretera se desvía a mi durante unos segundos.

- Claro. - me encojo de hombros y nos conduce hasta allí.

Continúa al volante durante unos veinte minutos hasta llegar a su casa. Nos bajamos del coche y observo como sacar las llaves de su bolsillo para abrir la puerta principal. 

- ¿Tienes hambre, nena? - pregunta a mis espaldas, lo miro y se está quitando la chaqueta de su traje. La cuelga en el perchero.

- Si, la verdad. - contesto y el me hace una seña para que nos dirijamos a la cocina. Dejo primero mi mochila en uno de los sofás antes de seguirlo.

- Vete sentado, si quieres. - asiento y me subo al mismo taburete donde tuvimos nuestros primer beso. - Creo que Ruth me ha dejado algo por aquí. - rebusca en el frigorífico.

- ¿Ruth? - pregunto sin saber de quién habla. 

- Es mi ama de llaves, se encarga de la limpieza en la casa y también cada vez que puede me prepara algunos platos ya que sabe que trabajo la mayoría del día. - me explica. - Aquí está. - saca un gran táper. - ¿Te gusta la pasta?

- Es una de mis comidas favoritas. 

No oculta su sonrisa y deja el táper encima de la mesa. Coge dos platos de uno de los estantes más altos y empieza a servir en ellos unos deliciosos espaguetis con gambas y perejil. Mete ambos en un gran microondas y después de unos dos minutos de espera los coloca encima de la mesa junto con los cubierto.

- ¿Qué quieres de beber? - saca una cerveza para el y me mira.

- Una coca cola estaría bien, gracias. - sonrío y el me la da. Ambos nos sentamos en la mesa, uno frente a otro. - Huele muy bien. - miro mi plato y cojo el tenedor para meterle el primer bocado. Efectivamente, están de muerte.

- Si, Ruth cocina de maravilla. - asiente y se lleva su tenedor a la boca. - Bueno, ¿querías hablar sobre lo de ayer, no? - pregunta después de tragar.

- Si. - murmuro y dejo el tenedor en el plato. Prefiero disfrutar de la comida después de este mal trago.

- ¿Qué opinas sobre lo que has leído? Puedes ser totalmente sincera, pequeña. - me mira directamente a los ojos. 

Bebo un sorbo de coca cola antes de coger aire y comenzar a hablar.

- A ver, si te soy sincera y eso es lo que quieres, todo lo que he leído me parece muy extraño e intenso. - empiezo a explicarme. - Todas las normas y los castigos son muy fuertes y eso es lo que más miedo me da al ser la primera vez que compartiría con un hombre aspectos tan íntimos. Además, no entiendo porque a ti te gusta todo eso - frunzo el ceño.

- Porque me da placer y seguridad saber que siempre vas a estar para mi sin ningún problema, que solamente vas a ser mía y de nadie más y que voy a tener el poder de castigarte si incumples algunas de mis reglas.

- No estoy segura Ian. - suspiro. - No se que pensar sobre lo que he leído, debo admitir que me da cierta curiosidad probar ese mundo diferente y nuevo que me propones pero tampoco se si quiero que mi primera relación se base en un fetiche. - me remuevo incomoda en el taburete, evitando mirar sus ojos verdes. 

- Ey, nena.. - murmura y de repente me lo encuentro a mi lado, levantando mi barbilla con sus dedos. - Se que es muy extraño y muy nuevo para ti pero tienes que dejarte llevar por esa curiosidad que te caracteriza. - me mira intensamente. - Prueba lo que te propongo, sé mía, confía en mi y verás como todo sale bien. - sonríe. - Y si en algún momento quieres irte eres libre de hacerlo pero al menos, no te irás con la duda de como sería haberlo probado.

Su caricia en mi mejilla me hace sonreír. Vuelve a formular la pregunta que me hizo el día que nos besamos, aunque sabiendo ya la respuesta. 

- Dime preciosa, ¿confías en mi?

Ignoro mis nervios dándole paso a mi valentía antes de formular la siguiente respuesta. 

- Si, papi. - contesto y mis mejillas toman un color carmesí mientras en sus labios se forma una gran sonrisa. Sus labios toman los míos de forma inmediata.

Espero haber tomado la respuesta correcta. 

Espero que tengan un buen día, tarde o noche. Besos🖤

Ig: @daddyywilkkk

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