Capítulo 20.

252K 11.6K 7.2K
                                    

Todas las escenas no - sexuales y sexuales narradas en este libro cuentan con la participación de personajes mayores de edad de acuerdo con las nuevas normas de consentimiento de Wattpad. Además, todas ellas cuentan con consentimiento expreso para su realización. Más información o dudas sobre las modificaciones en mi página de Instagram. 

Dos horas después todavía me encuentro en el hospital, acurrucada con Ian. Son las siete de la mañana y no se me pasa ni por la cabeza moverme de aquí para ir a clase, aunque Ian y los padres de Travs me han dicho que vaya. No pienso irme hasta que no sepa el estado de mi mejor amigo.

- ¿No tendrías que ir al trabajo? - le pregunto a Ian incorporándome un poco para verle a la cara.

- No pienso dejarte sola, aunque esté enfadado, no voy a irme. - murmura para que nadie nos escuche. Arrugo las cejas.

- ¿Todavía estas enfadado? - Sé que fue algo brusca y dramática, pero pensaba que ya se le había pasado por lo sereno que ha estado estás dos horas.

- Mucho nena, mucho. - acerca su boca a mi oído. - Pero estoy intentando controlarme, asique ya hablaremos en casa. - da un apretón a mi cintura haciéndome temblar.

Cinco minutos después un señor de no más de cincuenta años y bata blanca parece por el pasillo con una carpeta, tanto Joel y como yo nos levantamos rápidamente. Pero el hombre pasa de largo, continuando por el pasillo hasta meterse una habitación, desapareciendo.
Ambos suspiramos y volvemos a nuestros sitios, derrotados.
Por suerte, poco después aparece una mujer joven, de pelo rubio y sonrisa encantadora que se acerca a nosotros, aunque estaba vez me quedo sentada a esperar por si como antes, vuelve a pasar de largo.

- ¿Son los padres de Travis Allen? - su voz suena suave y tranquila mientras se dirige a ellos.

- Si, somos nosotros. ¿Cómo está mi hijo? - pregunta el señor Allen rápidamente. Tanto sus abuelos como nosotros, nos posicionados cerca de la doctora para escuchar lo que nos tiene que decir.

- Ante todo, tranquilícense, no ha sido algo realmente grabe, se ha fracturado una costilla y tiene la pierna escayolada. Ha tenido suerte, podría haber sido mucho peor. - sonrío y suelto un suspiro de alivio.

- ¿Podemos pasar a verle? - pregunta Joel ansioso y agarro su mano entrelazando nuestros dedos para tranquilizarlo un poco. Escucho a Ian tomar aire de manera sonora, al mirarlo sus ojos se encuentran oscuros puestos fijamente en las manos entrelazadas. Ignoro eso, ahora lo principal es que Joel este relajado y no entre a ver a Travis en un estado de nervios.

- Tienen que esperar un poco más, están terminando de hacerle unos análisis. - asentimos. - En cuanto todo esté listo y lo suban a planta, yo les avisaré, pueden estar tranquilos. - nos da una última sonrisa y se da la vuelta alejándose.

- Está bien Madison. - murmura Joel. - ¡Está bien! - me abraza eufóricamente levantándome en el aire.

-------0------

- Pasar vosotros ahora. - nos anima a Joel, Ian y a mi la señora Allen que recién sale de la habitación donde se encuentra Travis.

Hago el amago de entrar pero la mano de Ian en mi muñeca me detiene. Joel entra y yo me giro a verle.

- Yo te espero en el coche, se que es un momento íntimo con tu mejor amigo y prefiero que hables con comodidad con el. - acaricia mi mejilla. - Te dije que todo iba a estar bien.

- Gracias. - sonrío y me acerco a su rostro para darle un beso en la mejilla. - Y perdón por gritarte antes, sé que....- no me deja terminar.

- Te dije que hablaríamos en casa, así que ahora entra a ver a tu mejor amigo. - me da una última sonrisa sin dientes y se da la vuelta echando a andar por el pasillo. Miro por una última vez su espalda y entro en la habitación.

Me encuentro con una imagen realmente tierna.

- No me beses Joel, estoy hecho un asco. - murmura Travs con una mueca. Tiene un corte en la mejilla y un pequeño moratón debajo del ojo.
Aparte de su pierna escayolada.

- No digas tonterías amor, estas precioso de todos las formas. - besa sus labios lentamente y sonrío.

- Por favor, me siento un poco sujeta velas aquí. - hablo para que ambos noten mi presencia. Se separan rápidamente.

- ¡Mad, muñeca! - exclama mi mejor amigo incorporándose en la cama con dificultad. Tose y me acerco rápido.

- Ey, no seas tan brusco, te acabas de caer de una moto. - sonrío y me acerco a abrazarle. Dejo un beso en su frente.- Me alegro tanto de que estés bien, no sabes lo mal que lo he pasado pensando que te perdía. - suspiro y el agarra mi mano, acariciándola.

- Bueno, relájate, estoy bien. Además, ahora podré llevarte en moto a clase. - sonríe y le pego flojo en el brazo.

- ¿Eres estúpido? - pregunto y el sonríe divertido.

- ¿Dónde has dejado al chico que venía contigo, Mad? - pregunta de repente Joel.

- Está en el coche, esperándome.

- ¿Qué chico? - pregunta Travs mirándome a Joel y a mi. - ¿Estás con alguien y no me lo has dicho? Me siento ofendido.

- No, sólo es un amigo, ya te contaré. - murmuro intentando restarle importancia.

- Si, claro que me contarás. - me mira con el ceño fruncido y yo sonrío inocente.

- Bueno, yo me voy ya, os dejaré sólo para que podáis hablar más. - pongo una mano encima del hombro de Joel. - Lo ha pasado realmente mal pensando que te perdía.

Los ojos de Travis se empañan y coge la mano de Joel para darle un beso, mientras sonríe enamorado.

- Amor, siento haberte preocupado. - hace un tierno puchero. Joel acaricia su mejilla.

- A mi con que estés bien me vale, bebé. - besa su frente y sus labios. En ese momento siento que sobro aquí.

- Vendré mañana a verte, adiós chicos. - los despido con la mano dejándolos en la habitación dándose mimos.

Me despido de los señores Allen y de los abuelos. Empiezo a caminar hacia la salida, Ian está aparcado en la puerta.
Entro y le sonrío, pero el no me devuelve el gesto, en cambio sus ojos están oscuros.

- ¿Ian....? - pregunto despacio.

- ¿Ian? - pregunta arqueando las cejas. - ¿Después de lo mal que te has portado hoy, me llamas Ian?

- Perdón, Papi. - muerdo mi labio con nerviosismo.

No contesta, simplemente apoya su mano en mi muslo dándome un fuerte apretón, haciendo que me sobresalte y empieza a conducir.

Cuando llegamos a casa y cerrar la puerta detrás nuestra, Ian me apoya contra ella con velocidad.

- Te has portado muy mal, nena. - su mano coge mi mentón y hace que lo mire a los ojos. - Y lo peor, es que lo sabes perfectamente. Sabes que te has sido mala con papi y por eso estoy tan enfadado.

- ¿Mucho, Papi? - pregunto en voz baja.

Asiente con la cabeza, su mandíbula está tensa y suelto un grito cuando me coge en brazos y me pone encima de su hombro. Empieza a subir las escaleras con lentitud, supongo que hacia la habitación. En cuanto entramos en el cuarto me deja con suavidad encima de la cama.

- Y vas a saber lo muy enfadado que estoy.

Espero que tengan un buen día, tarde o noche. Besos💜

Ig: @daddyywilkkk


Daddy🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora