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✭ [S]☆

Mi día de ayer fue pues... diferente y hoy inició de forma singular. Y ¿Cómo no?. Si lo primero que veo al despertar es a suegrito-chan recién salido del baño con una toalla en la cintura y cepillándose los dientes mientras emana su aura asesina y me mira con frialdad.

—BasuGojō ¿No tienes hilo dental?. Se me acabó...

—Eh, eh sí... — dije buscando en la mesita de noche y lanzándoselo.

—Bien— lo atrapó.

—¿Gracias? — digo por lo menos esperaba el agradecimiento.

—De nada. — fue al baño a seguir en lo suyo, pero dejo la puerta abierta.

¿?

Suegrito-chan da miedo, pero la verdad es que parece un príncipe salido de un cuento de hadas.

Respiré hondo y me estiré, hoy podría ser un día divertido tanto como pesado, el Khun no tenía cara de querer dejarme a solas con su hija y se supone que este fin lo aprovecharía un tanto para eso.

Desde el cuarto podía escuchar a Androssi trasteando en la cocina y también su música, que espero Tōge no este escuchando porque juró que acabo de oír algo tiempo de "¿Cómo te atreve' a venir sin panty?".

—¿Qué intenciones tienes con mi hija? — preguntó repentinamente el peli celeste mientras usaba el hilo dental.

No necesito conocerlo para saber que es "un ser peligroso", inclusive para mí y que no me mató mientras dormía porque bueno, pero aun así le dije sin vacilar...

—La quiero.

Khun Agüero desbloqueo una mirada más fría y homicida, que me erizo la piel, su aura asesina en aumento.

—Ni sé te ocurra...

—Ella me rechazó — no lo dejé terminar antes de que lanzara el cuchillo, con intensiones de matarme de verdad a diferencia de anoche.

—Jum, bien hecho. — sonrió orgulloso— Buena niña, le comprare un cuchillo nuevo— y puso cara de chibi y juro que le salieron cuernos rojos en la cabeza.

—Aun así seguiré tras ella — le dije con mirada desafiante, sabiendo que estaba firmando mi sentencia de muerte.

—Grr ¿Acaso quieres morir hoy?— gruñó y espere el cuchillo que si me diese, pero para mi sorpresa lo que vino fue — Androssi ama a los idiotas, es tan ingenua como su otro padre al principio y tan emocional como su madre. Lo que quiero decirte es que sí le vas a hacer daño como la rubia, aléjate de ella. Preferiría que no estuviera nunca con ningún hombre, pero conozco lo que produje, pero no quiero que le hagan más daño del que ha sufrido.

Mami ¿Qué tu quiere?. Aquí llego tu tiburón ♫ — el grito de Drossi, junto a Yuji, Nobara y Panda se escuchó claramente.

¿Cuándo se aprendieron eso? ¿Cuándo aprendieron a hablar español?

—Androssi debería dejar de escuchar eso y volver a tocar el piano. — bufó enojado.

Después de la charla, me adentre al baño para tomar una ducha rápida con las palabras del Khun en mi cabeza.

¿Debía de alejarme de ella? – era lo que pensaba mientras el agua de la regadera caía sobre mi cabeza, mojando mis cabellos y recorriendo mi cuerpo desnudo. – No, no puedo...

Tome el jabón para empezar a tallar mi cuerpo. El agua estaba tibia y se sentía bien.

No puedo alejarme de ella ni aunque lo intente porque estoy completamente maravillado con ella, con su sonrisa, su locura, su amabilidad, su terquedad, sus labios, sus besos y su cuerpo...

El Chico de la Venda en los ojos I & II (Satoru Gojo x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora