El Chico de la Venda en los ojos I & II (Satoru Gojo x OC)

{51.1}

𝔸𝕕𝕧𝕖𝕣𝕥𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒: 𝕃𝕖𝕧𝕖𝕤 𝕤𝕡𝕠𝕚𝕝𝕖𝕣𝕤 ℍ𝕒𝕚𝕜𝕪𝕦𝕦, 𝕊𝕞𝕦𝕥

❅❅❅❅❅❅❅❅❅❅❅❅❅

❅[Casa de Kenma] ❅

—¿Hum?

— ¿Qué paso Kageyama? — le preguntó Yaku al que arrugo la nariz repentinamente.

—Nada sentí un leve movimiento y brrr. — de repente tengo frío dijo temblando un poco.

—Lo cierto es que yo también — comentó Wakatoshi.

—¿sí?... — Yaku llevó sus manos a sus antebrazos — Yo también. Que raro ¿La calefacción?

De repente todos empezaron a sentir aquel extraño escalofrío recorrer su cuerpo, pensando en que era frío, pero no era frío, ni nada por el estilo. Era miedo, pues cierto individuo en el bunker bajo ellos estaba furioso y emanando un aura atemorizante.

—¿SIENTIERON ESO? — Atsumu apareció en la sala con solo una toalla rodeando su cintura debido a que se estaba bañando.

—¡Sí, sí! — Bokuto contestó animado — Espera, ¿Qué sentimos?

De repente todo se movió de nuevo, pero esta vez más mucho más fuerte que antes y entonces todo sintieron el pequeño temblor.

—¡LOS TERRORISTAS! — Shoyo se despertó repentinamente de su siesta en la sala.

—¡OH NO LOS TERRORISTAS! — Bokuto se le unió a Shoyo que empezó a correr en círculos en la sala.

—¡No puede ser, soy muy guapo para morir! ¡Creí que aquí estaríamos seguros! — Atsumu.

—¡No puede ser! — Taketora Yamamoto, ex as del equipo del Nekoma se unió al cuarteto de alborotares

—¡Cállense tontos, solo es un pequeño terremoto! — les dijo Kenma, pero se preocupó.

Él miro intrigado al suelo pues al ser del clan Zahard sentía esa abrumadora presencia proviniendo de allí de forma más notoria que los demás.

—Están esparciendo todos sus gérmenes por allí — gruño Sakusa echando alcohol a todo.

—No puedo creer que sean tan tontos — Kōrai Hoshiumi, el pequeño gigante de los Schweiden Adlers miro al grupo algo irritado.

—Kenma- kun ¿Qué es eso? — dijo Elena en voz baja quien estaba sentada al lado de él, sintiendo lo mismo y parte de ella se asustó.

Ella y Kuroo no eran chamanes, pero recientemente habían vivido cierta experiencia que los dejó al tanto del mundo oculto y podían sentir claramente aquella aura que se emanaba en el lugar y cada vez crecía más.