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—¡Ahhhhh se siente tan bien!
Tengo que admitir que sí necesitaba un baño.
Seco un mi cabello porque aun caían gotas de agua tibia desde el final de las hebras blancas y bajaban por mi cuello hasta mojar mi suéter o más bien el sueter que me presto mi futuro primo junto con la demás ropa para usar.
Tomar una ducha de agua tibia siempre sienta bien, sobre todo luego de estar unos 5 días sentado sobre maldiciones dentro de la prisión confinadora.
Mi sonrisa se agranda al verla en la cama dormida tan delicada como una princesa, pero luego suelto una pequeña carcajada al escucharla roncando como un chanchito.
—Androssi — digo en voz alta mientras me rio. — come y duerme como un cerdito.
Siento paz.
Sé que todo es una revoltura en el mundo, todo está en un caos por mi culpa y sí me siento un poco mal por eso, pero ella ya no tiene novio y eso me hace inmensamente feliz porque solo puede haber una razón por eso... Yo.
Obviamente tengo que ser yo.
Definitivamente se tuvo que dar cuenta que siempre ha estado enamorada de mí. Después de todo ¿Quién no lo está?
Camino hacia ella y me siento en el borde de la cama, le acaricio el cabello aún húmedo por su reciente baño. Esta tan dormida que ni se ha dado cuenta que estoy aquí, ella duerme con una muesca de molestia posiblemente debido a su dolor (que también es mi culpa, pero no busquemos culpables), que se tranquiliza cuando le doy caricias.
¡Ah...! Aunque no recuerdes nada, te haré recordar en cuerpo, mente y alma. ¡Por fin podremos estar juntos!
¡Claro, luego de todo el caos!
—Lamento haberte hecho todo esto — le planto un beso en la frente y revuelvo su cabello.
Me siento mal por hacerla sufrir al tener que hacerse cargo de todo lo mío, pero no dejo de sonreír al saber que por fin será mía.
Ninguna noticia podría quitarme la sonrisa del rostro. Nada, ni nadie...
Aun así no puedo bajar la guardia.
Verla con la víbora peli rosa que al parecer le saco un orgasmo, no me agrada para nada. Hasta el bro estaba asustado, por ambas más que por una sola.
Cuando se le pase la depresión por Androssi, le diré que me ayude a separarlas.
Intento acomodarme en la cama junto a ella, pero de repente me tensó...
—¿Qué estás haciendo, víbora albina? — la voz de Hak por alguna razón hace que me siente recto de inmediato.
Hak no tiene energía maldita, pero debe tener una restricción divina como su "posible padre" pues tiene la fuerza de mil hombres, es inclusive más fuerte que Toji.
