El Chico de la Venda en los ojos I & II (Satoru Gojo x OC)

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✭ [A] ☆

Regresamos a la escuela después del almuerzo con Yuta y ahora estábamos en el campo del colegio, frente a los 6 chicos que se quejaban porque no querían entrenar. No los juzgo, es viernes por la tarde, yo tampoco querría entrenar y menos de la semana que tuvieron según Gojō, pero aquí estaba él queriendo seguir sacándoles el jugo porque los chicos le habían dicho que me preferían a mí de sensei.

No se equivocan, soy mejor que él.

—Ehhh ¿Qué pasó aquí grupo de flojos? — exclamó Satoru indignado sacándose un caramelo de la boca para apuntar a los chicos.

—Mira quien habla — dije rodando los ojos.

No sé cómo no le ha dado diabetes aun, come dulces a más no poder y es un flojo.

—Androssi, no ayudas... pero si les di la mañana libre ¿y ahora no quieren entrenar?

—¡Es viernes! — protestó Nobara — viernes por la tarde... viernes de descansooo y hemos tenido una semana explosiva.

—No jodas Satoru. Esta semana ha sido horrible — Maki.

Para que Nobara diga viernes de descanso debió ser enserio una semana horrible.

—Shake

—Yo solo quiero seguir durmiendo y comiendo — Panda.

—Solo será un entrenamiento corto — les dijo Satoru.

—Bueno, un entrenamiento corto no me molestaría — dijo Yuji.

—Usted quiere que nos enfrentemos a ustedes dos, a la vez. Nadie esta tan loco, solo Itadori — agrego Megumi.

—Neeee ~ chicos. Androssi está un poco débil, y yo cargare con ella como peso extra. Todo la ventaja que les estoy dando. Seis contra dos y una está medio moribunda solo disparara su pistola y sus cuchillos— continuó Satoru intentándolos convencer.

—La puntería de Androssi es ridícula. Nunca falla. — Maki.

—Nos matará— Megumi.

—Yo jamás los mataría chicos — agregue, la verdad lo que hiciéramos me daba igual. Si Satoru cargaba conmigo disparar no sería nada, pero ellos parecían en verdad no querer.

No entiendo ¿Por qué?. No es como si fuéramos unos monstruos. Yo había logrado pegarle al ancianito, ellos también podían.

—Vamos chicos, será divertido —Satoru.

—Okaka

—No me parece.

—A mi tampoco.

—Mejor veamos una película.

—Y comamos palomitas.

—Androssi chan~— el Gojō protestó infantil colocándose tras de mí y puso ambas de sus manos en mis hombros —regáñalos. Dile que entrenen con nosotros.

—¿Qué clase de profesor le pide a otro que regañe a sus estudiantes? — incline mi cabeza hacia arriba recostándola un poco en su pecho para mirarlo con mi ceño fruncido.

—¡También son tus estudiantes!— dijo inclinando su cabeza hacia mí.

—¿Estas aceptando que soy mejor maestra que tú porque a mi si me hacen caso? — le sonreí engreída.

—No yo no he dicho eso, muñeca. Es solo que a ti te hacen caso más caso — dijo inclinándose un poco más hacia mí.

—Es porque me respetan más.