Capítulo 38: El baile

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Aladdin y Alibaba se miraban entre ellos, sorprendidos por los atuendos que estaban usando. Pero Aladdin se notaba incomodo y a cada rato se estaba ajustando alguna parte de la ropa.

—¿No crees que es demasiado incómodo, Alibaba-kun?

—Me recuerda a cuando estuve viviendo en el palacio de Balbadd, en algunas ocasiones tenía que ponerme demasiadas prendas para eventos donde mi papá me presentaba. Y sí, era muy incómodo; en ocasiones hasta me sofocaba por la falta de costumbre de usar tanta ropa —contestó Alibaba, sonriendo melancólico.

Pero su sonrisa se borró al pensar en Balbadd: en todo lo que su padre hizo por el país y ahora él lo había abandonado. No dejó de sentir la culpa martillándole el pecho por no ser lo suficientemente valiente para recuperar su país.

—Alibaba-kun, ¿cómo crees que se verá Ari-san? —cuestionó Aladdin, interrumpiendo los pensamientos del rubio.

—¿Eh? Pues... seguramente se verá muy linda —contestó Alibaba, sonrojándose.

—Yo también lo creo —aseguró Aladdin mostrando una radiante sonrisa—. Vamos porque está a punto de empezar y el único que se puede dar el lujo de llegar tarde es el príncipe de Reim.

Los dos se fueron, poniéndose sus máscaras. Aladdin una de color azul con plumas de varias tonalidades de azul y Alibaba una de color amarillo con plumas naranjas y rojas.

Ari reconoció a sus amigos, no fue difícil: la trenza de cabello azul de Aladdin, además de su cuerpo delgado y; Alibaba por el pelo rubio y su característico cuernito que sobresalía. Se coló entre los dos.

—¡Se ven guapísimos! —exclamó Ari.

Los dos se quitaron la máscara y se le quedaron viendo, sorprendidos.

Alibaba ni siquiera fue capaz de formular una palabra.

—¡Luces fantástica! —observó Aladdin, apartándose para verla mejor.

—Muchas gracias, pero también hay que agradecerle a Marga, ella fue la que escogió el atuendo, la máscara y aunque no lo crean, ella es la que me peinó. El maquillaje fue hecho por dos amables damiselas —sonrió Ari, se quitó la máscara para dejar ver lo bien que la habían maquillado, resaltando sus ojos.

—Te ves preciosa —aseguró Alibaba al cabo de unos segundos.

—Gracias —Ari le sonrió, encantada—. ¡Entonces vayamos al baile a deslumbrar! —exclamó entusiasta.

Aladdin alzó el puño y Alibaba lo imitó a los pocos segundos. Lo que no esperaban los dos chicos, es que Ari entrelazara sus brazos con los de ellos de tal modo que ella quedó en medio. Lo malo fue cuando la chica tropezó, llevándoselos también a besar el piso.

—El vestido es tan largo que lo termino pisando, perdón —se disculpó Ari, siendo ayudada por sus amigos a levantarse.

Después de un pequeño ajuste, se dirigieron a la fiesta donde ya había bastante gente, todos con sus coloridas máscaras puestas.

—¿Bailamos? —Alibaba le hizo una reverencia a Ari.

La chica aceptó, mientras que Aladdin se quedó mirando embobado a muchas mujeres que lucían vestidos muy escotados, así que no tardó en ir a probar suerte quien de ellas iba a bailar con él.

Ari se estaba divirtiendo, aunque le extrañó no ver al Cuerpo Fanalis en la fiesta. Una dama se acercó a Alibaba una vez que terminaron de bailar siendo ella quien invitó al chico a bailar la próxima pieza.

Magi: The New Magic AdventureWhere stories live. Discover now