Capítulo 20: El cumpleaños del Rey

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Aladdin y Alibaba ya estaban degustando unos bocadillos; vieron que Jafar andaba tenso y todos los demás en expectativa de la llegada de Sinbad.

—También Ari se ha tardado mucho —comentó Alibaba con un bocado dentro de su boca.

—Sí, no creo que se tome demasiado tiempo para cambiarse de ropa —expresó Aladdin luego le dio un mordisco a su bocadillo.

Un joven salió corriendo, avisando que el Rey Sinbad ya venía, por lo que todos se pusieron listos. Jafar agudizó su mirada. Estiró la mano como señal.

Sinbad y Arisha venían caminando juntos. En ese instante todo quedó en completa oscuridad, sorprendiendo al rey y a su acompañante. Cientos de lámparas voladoras ascendieron al momento que Sinbad salió.

Ari de la emoción apretó el brazo de Sinbad. Estaba fascinada al ver todas esas lámparas elevarse como estrellas dando un espectáculo increíble al tiempo que se escuchaban los gritos de "¡Viva el Rey Sinbad!" "¡Viva Sindria!" en coro; su corazón retumbaba al compás de esos gritos, sin apartar sus ojos enamorados del espectáculo.

Yamuraiha usó la magia de aire para hacer que una cantidad de esos farolillos formaran las palabras Feliz Cumpleaños Rey Sinbad, a lo cual todos aplaudieron. Luego esos farolillos explotaron en el cielo desbordando millones de luces de colores.

Sinbad estaba sorprendido, sonrió agradecido. Sus amigos se lucieron este año.

«Gracias, muchachos» su corazón palpitaba emocionado. Los recuerdos de cómo fue conociendo a cada uno de ellos le llegaron de golpe.

Un sirviente se acercó a él para ofrecerles una copa de vino.

—¡Por Sinbad! —exclamó Jafar levantando la copa.

—¡Por Sinbad! —gritaron los demás en coro.

«Por ustedes, los que están y por los que se fueron y ahora forman parte del gran flujo» Sinbad alzó la copa más alto mirando hacia el cielo.

Ari hizo un esfuerzo por no escupir el vino y se lo terminó tragando, haciendo muecas de desagrado. Las luces se prendieron dejando ver a todos los invitados.

A Alibaba se le escurrió el vino por la boca, notablemente sorprendido de ver a Ari junto a Sinbad, pero más que eso, era la apariencia de su amiga.

Sinbad terminó de llegar con su gente, recibiendo felicitaciones de sus ciudadanos y él les agradecía por el gesto.

—¡Qué hermosa estás, Ari! —dijo Pisti, entusiasta.

—Bueno, Ari es muy bonita, pero hoy luce más bella que de costumbre —expresó Spartos.

—¿En serio dijiste eso o fue mi imaginación? —Pisti lo miró con desconfianza—. ¿Tan rápido ya estás ebrio?

—Eh, no, no, Pisti, Ari es nuestra amiga y lo digo en serio —Spartos levantó las manos.

—Es que tú eres muy tímido como para andar diciendo eso, te desconozco Spartos —contestó Pisti todavía con la sorpresa en su rostro.

—¿O no será que tú estás celosa, pequeña Pisti? —añadió Sharrkan poniéndole su codo en la cabeza de la rubia.

A Ari le escurrió una gota de sudor al ver que los tres ya estaban peleando, pero le resultó más extraño que Sharrkan fue por Yamuraiha para involucrarla en la discusión. Cuando se dio cuenta, también estaba Masrur, Hinahoho, Drakon y su esposa envueltos en la disputa.

—Ari —habló Jafar regalándole una sonrisa—. Te ves preciosa.

—Muchas gracias, Jafar —respondió Ari también sonriéndole.

Magi: The New Magic AdventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora