Capítulo 05: Fiesta

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Arisha corrió tras la pista de Aladdin, en el camino tuvo que frenar antes de chocar con aquel imponente muchacho de pelo magenta y ojos rasgados del mismo color que su cabello. La miró con una seriedad que le puso la piel chinita.

—Hola —saludó amigable— ¿Has visto a Aladdin? —preguntó.

—Sí, se fue por allá —señaló el joven tras de él.

—¡Gracias! —salió hacia ese rumbo.

La joven vio al pequeño bajando unas escaleras, le gritó, pero él la ignoró por completo, pensando que a lo mejor no la había escuchado.

—¡Ala...! —tropezó con sus propios pies mientras bajaba.

—¡Ari-san! ¿Estás bien? —preguntó Aladdin viéndola en el suelo, apresurándose a ayudarla.

Ella se fue incorporando lentamente, quejándose por el golpe que se dio.

—Aladdin —le tomó las manos, ignorando su propio dolor—. Perdón por decir que tu pócima era asquerosa de ese modo tan frío, no pensé en hacerte sentir mal por eso. Discúlpame por favor.

—¿Me has estado siguiendo para pedirme una disculpa? —interrogó Aladdin, sorprendido.

—No quiero ser la causante de que tu linda sonrisa se apague —respondió Arisha, arrepentida.

—Ari-san —musitó Aladdin, terminó abrazándola por el cuello—. No hay nada qué perdonar, al final, es verdad que la pócima era horrible.

—Pero gracias a ella ya no me dieron más náuseas, sin duda Aladdin, ¡eres un mago grandioso! —Ari le sonrió ampliamente.

Ari tenía los ojos brillantes al saber que harían una celebración por el regreso de Aladdin y Alibaba y es que el ambiente fiestero ya estaba sintiéndose desde antes que cayera la noche.

Ella había visto un montón de personas apuradas llevando cosas al patio del palacio, y desde el cuarto donde ellos estaban se podía apreciar cómo andaban con los preparativos.

—Estoy seguro que te va a encantar, el Mahrajan es muy divertido —dijo Alibaba, pero Ari puso cara de no entenderle—. Fiesta, celebración, festival —explicó—. Hay mucha comida, diversión, teatro... Estoy ansioso de ver cómo te representaran Aladdin, seguro que tú solo acabaras con los Djinns oscuros en la obra —el rubio se veía muy animado.

—Pero qué dices, Alibaba-kun, tú también te luciste en esa batalla —sonrió Aladdin.

—Es verdad ¡Estuve increíble! —se auto halagó Alibaba—. Mi equipo Djinn era el más genial de todos, ¿verdad que sí? —empezó a reírse como bobo.

La sonrisa de Aladdin cambió a una forzada mientras que una gota de sudor le escurrió en su cabeza.

Arisha sin saber de qué hablaban solo se les quedaba viendo, le resultaba divertido ver lo bien que ellos dos se llevaban y cómo una cálida luz rodeaba sus siluetas. Ella también estaba ansiosa por ver aquella obra teatral.

—¿Y qué te vas a poner para la ocasión, Arisha? —preguntó Alibaba.

—Lo único que tengo: esta ropa —se señaló ella.

—Ya sé, le diré a Sinbad si puede proporcionarte un atuendo —sonrió Alibaba.

—Eh, Alibaba-kun —detuvo Aladdin al agarrarle la túnica a su amigo—. La ropa que suele elegir el tío Sinbad para las mujeres es muy reveladora y creo que a Ari-san no le va a gustar.

Alibaba pestañeó.

—¿Por qué lo dices, Aladdin?

Aladdin cerró los ojos y puso cara seria.

Magi: The New Magic AdventureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora