Capítulo 22: El verdadero nombre de Ari

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Kouen miraba pensativo el mar. Se enteró del ataque de Sindria, había sido toda una sorpresa, pues no hacía mucho hablaron de no hacer más guerras. Resultó irónico, porque incluso hasta le hizo sonreír levemente. Lo que escuchó es que ni teniendo al Magi pudieron contra el atacante. Hasta que repentinamente, Sinbad obtuvo un poder asombroso que le permitió derrotar a ese enemigo. Todo eso lo mantuvo pensativo desde hacía horas.

—Príncipe —Koumei entró y una daga salió disparada hacia su dirección, clavándose en la puerta; a pesar de eso, no le quitó la somnolencia que tenía—. Ah, sí, odias que te interrumpa, pero es que tengo una teoría que se ajusta más a lo que vimos en la cumbre y a lo que recientemente pasó en Sindria.

—Te escucho —el Primer Príncipe estaba interesado en lo que su hermano le iba a decir, pero Koumei no respondió porque ya estaba durmiendo—

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—Te escucho —el Primer Príncipe estaba interesado en lo que su hermano le iba a decir, pero Koumei no respondió porque ya estaba durmiendo—. ¡Despiértate, animal! —lo agitó con brusquedad haciéndolo reaccionar.

—¿Eh? ¿Qué pasó?

—¡La teoría que tienes al respecto! —le gritó Kouen agitándole el pelo e incluso le dejó descubierto el otro ojo.

—Ah, sí... bueno. Kougyoku dijo algo interesante —emitió Koumei y se quedó callado un largo rato.

A Kouen se le empezó a formar una vena palpitante en la frente al notar que su hermano se había quedado dormido con los ojos abiertos. Lo golpeó en el hombro mandándolo unos metros.

—¡Habla! —ordenó el mayor.

—Ah, sí. ¿Recuerdas a la chica que brincó del turbante del Magi?

—Sí la recuerdo, no es fácil olvidar a una persona que es capaz de saltar esa altura sin sufrir daño. Pero ¿qué tiene que ver Kougyoku y esa chica? —cuestionó Kouen, cruzándose de brazos.

—Bueno, cuando la chica se presentó ante Alibaba y luego con nuestra hermana y se tomaron de la mano, Kougyoku pareció asustada y de inmediato le quitó la mano a la chica —Kouen asintió, él no le había tomado tanta importancia—. Escuché a Kougyoku platicárselo a su asistente que sintió una descarga de poder que en ese momento deseó sacar toda esa energía, pero era consciente de que estábamos ahí por otros motivos, así que ella francamente no puso atención a lo que Aladdin nos mostró, porque sus pensamientos sólo estaban en usar su equipo Djinn y pelear.

Kouen entrecerró los ojos. Sí se había percatado que la princesa estuvo distraída en la reunión.

—¿Cuándo lo escuchaste? —preguntó Kouen.

—Ese mismo día que regresamos a Balbadd —contestó Koumei levantando su índice.

—¡¿Y por qué diablos hasta ahora me lo dices?! —reclamó Kouen sacudiendo a su hermano por la solapa.

—Se me olvidó, estaba casi dormido cuando lo escuché y pensé que era parte del sueño —reconoció Koumei—. Hasta ayer que nos enteramos del ataque a Sindria. Fue cuando eso que Kougyoku dijo cobró sentido para mí.

Magi: The New Magic AdventureWhere stories live. Discover now