Capítulo 06: La profecía ignorada

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La joven se despertó con mucha pereza, aunque ya no tenía sueño. En la cama sólo estaba ella y vio una nota sobre la mesa de noche. La miró y entrecerró los ojos. No entendía lo que estaba escrito ahí.

Se metió a dar un baño y al salir se puso la misma ropa, lamentándose no tener un atuendo más. Recordó que Alibaba le dijo que podía comprar más prendas, pero ella debido a la vergüenza de hacerlo gastar le dijo que con esa bastaba.

—Tendré que ir a comprar ropa —pensó en voz alta—. ¡Le diré a Aladdin y a Alibaba que me acompañen! Así conoceré más de este asombroso lugar —sonrió imaginándose lo bien que se la pasarían.

Ari salió de la habitación dispuesta a buscar a sus amigos. En el camino se encontró a Jafar que iba con varios rollos en los brazos.

—¡Hola! Jafar, ¿cierto? —Ari se acercó a él con aire amistoso—. Aladdin o Alibaba me dejó esta nota, pero la verdad es que no entiendo qué dice.

—Hola, Arisha. Con gusto te ayudo a leerla —Jafar pasó rápido sus ojos en la nota—. Están entrenando en el lado este del palacio, es un lugar bastante amplio. ¿Quieres que te lleve?

—Por favor —asintió la chica, pero el estómago de ella rugió con fuerza.

—¿Quieres comer algo antes?

—Sí —dijo apenada, con las mejillas rojas.

Jafar sonrió.

—Por cierto, Arisha, quiero pedirte una disculpa por mi comportamiento, no tengo justificación —habló Jafar.

—La culpa es mía, me comporté como una idiota, y hasta rompí ese horrible jarrón —Arisha se tapó la boca con las dos manos y abrió los ojos como platos, debería de morderse la lengua de vez en cuando—. Perdón, no quería decir eso del jarrón, sólo que...

—La verdad sí estaba horrible, sólo lo teníamos ahí por compromiso —rio nervioso Jafar, recordando que todos odiaban el dicho jarrón, a excepción de Pisti—. Olvidemos lo de ayer, ¿te parece?

Ari asintió, contenta de que las cosas con Jafar se hubieran arreglado.

Cuando llegaron al comedor, ella quedó impactada, sin duda en ese reino todo lo hacían en grande. No tardaron en llevarle varios platos de comida que le hicieron salivar, se veían deliciosos.

—Arisha, espero que disfrutes de la comida —habló Jafar—. Le diré a uno de los sirvientes que te lleve donde está Alibaba y Aladdin.

—¿Eh? ¿Me vas a dejar aquí solita con toda esta comida? Por favor, no te vayas.

Jafar miró el comedor, efectivamente si él se iba, Arisha se quedaría completamente sola.

—De acuerdo, me quedaré contigo, mientras tú comes, yo avanzaré con mi trabajo.

—Gracias por tu compañía, Jafar —Arisha se dispuso a comer más contenta—. Jafar, si quieres puedes decirme simplemente Ari con toda confianza —le sonrió.

El joven asintió mostrándole una cordial sonrisa.

Jafar guio a Ari hacia uno de los corredores del segundo piso que daban a la vista donde Aladdin y Alibaba estaban. Ari los contempló tirados boca arriba mirando hacia el cielo mientras que Aladdin señalaba hacia arriba.

—Te puedo dejar aquí, más adelante están las escaleras. Nos vemos Ari —se despidió Jafar.

—Gracias, Jafar —Ari le sonrió y se despidió con la mano.

Magi: The New Magic AdventureWhere stories live. Discover now