Capítulo 57: Libertad

101 13 11
                                    


Mirai ahogó un grito cuando el Fanalis quedó frente a ella, sintiéndose insignificante al momento. El hombre la agarró por el cabello y la levantó como si se tratara de una pluma; ella solo gemía de dolor, apresando con sus pequeñas manos la muñeca de su agresor, pataleando porque él la soltara. Sin contemplación, el Fanalis la aventó hacia la pared.

Ari saltó, atrapando a la niña en brazos, sin embargo, la fuerza usada por el sujeto hizo que ella también fuera arrastrada hacia la pared, donde su espalda golpeó y el impacto le hizo escupir el aire, dejándola aturdida, pero más enfocada de que Mirai no saliera lastimada.

El Fanalis se notó impresionado por la velocidad de Ari, tanto que empezó a abrirse camino hacia ella. Viendo como la joven a pesar de mostrar dolor en su rostro, se notaba más preocupada por la niña que no dejaba de llorar.

—¿Quién diablos eres tú? —cuestionó él con voz autoritaria, parándose frente a la joven de cabello castaño.

La chica lo miró con enojo puro, tanto que sus ojos parecían llamear, se levantó sin importarle que al instante sintió un mareo y las piernas débiles, sin mencionar el fuerte dolor de espalda del cual era víctima. Lo señaló con el dedo.

—¡¿Cómo te atreves a lastimar así a una niña?! —exclamó Ari, dando un paso al frente, sin intimidarse ante la altura de aquel tipo.

—Es mi esclava; puedo hacer con ella lo que quiera —respondió el Fanalis sin importancia.

—¡Ella no es esclava de nadie! —a Ari le temblaban las manos por la furia creciente en su interior.

El Fanalis sonrió, complacido por la bravura que tenía aquella chica.

—Yo soy Fargos, el mejor comerciante de esclavos de este mundo, y tú no me vas a intimidar, niña idiota —se inclinó para verla más de cerca.

Ari no dudó en darle un puñetazo, hundiéndole la cara a ese tipo. Las personas quedaron conmocionadas por aquel brutal golpe.

—¡Salgan de aquí, rápido! —gritó Ari.

Sahsa corrió hacia ella, miró a Ari con algo de preocupación, pero la chica de ojos verdes asintió, fue entonces que la morena tomó a Mirai y se la llevó. Leila se encargó de movilizar a la gente para que salieran de ahí.

—¡Maldita mocosa! —exclamó Fargos, iracundo; su puño ya estaba en camino al rostro de Ari.

Pero la chica eludió aquel puñetazo. Tenía que esquivarlo el tiempo necesario para que todas las personas ahí pudieran escapar. Fargos tenía movimientos muy rápidos que le costaba seguir aquel ritmo, acordándose de los entrenamientos que tuvo con Masrur. Su brazo fue atrapado por él, lo presionó con una fuerza descomunal que le hizo soltar un grito, el cual terminó siendo ahogado al sentir un rodillazo que le aplastó el estómago.

—¡A mí nadie me ha ganado y menos una mujer insignificante como tú! —bramó Fargos, agarrándola por el pelo para que así ella lo viera.

Ari cerró los ojos con fuerza por instinto al ver que un puñetazo estrellaría en su rostro. Sin embargo, el dolor del golpe nunca se presentó, al contrario, el agarre de Fargos se aflojó, por lo que abrió los ojos. Su corazón se detuvo ante la imagen.

Davarius atravesaba el pecho del hombre, quien tenía los ojos muy abiertos y con las pupilas dilatadas.

La chica se echó para atrás, todavía asustada, la lanza se desvaneció dejando caer pesadamente el cuerpo de Fargos. Ari tardó un momento en poder asimilar lo ocurrido, incrédula se miró sus brazaletes.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 15, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Magi: The New Magic AdventureWhere stories live. Discover now