❝A veces solo tienes que tener un poco de fe...
...literalmente❞
Faith Diggory, la hermana pequeña del popular Cedric Diggory, no es muy diferente a su hermano. Ambos aman el Quidditch, probablemente todos en la escuela alguna...
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—Miren, este está vacío, —susurró Faith a Harry, Ron y Hermione bajo la Capa de Invisibilidad. La capa era demasiado pequeña para los cuatro, así que Ron echó a Faith porque dijo que ella puede camuflarse cuando alguien venga. Faith se defendió diciendo que eso era muy difícil para un metamorfomago, pero él insistió en que todavía tenía la mayor posibilidad de escapar.
Faith abrió el aula vacía en el sexto piso y dejó entrar a los tres antes de cerrar la puerta detrás de ella. Harry les quitó la capa y la dobló. Faith echó un vistazo al aula. Probablemente era un salón de clases que no se había usado desde siempre. Todas las mesas y sillas se empujaron hacia los lados para que el medio fuera un área grande y abierta.
—Este debe haber sido un aula de Encantamientos, —comentó Ron, refiriéndose a los viejos carteles en la pared que contienen hechizos y cómo realizarlos. Hermione y él se sentaron encima de una de las mesas, esperando que Faith y Harry hicieran algo. Faith estaba a punto de enseñarle a Harry a bailar y Faith insistió en que ellos también vinieran. Sin embargo, no sabían que Faith quería que ellos también bailaran.
Faith le indicó a Harry que se parara frente a ella en medio del salón de clases.
—Entonces, ¿a quién vas a invitar? —Faith le preguntó con una sonrisa. —Puedo intentar cambiar mi apariencia a la de ella para tener una experiencia adicional, —movió las cejas.
—No tengo a nadie en mente, —dijo Harry rápidamente.
—Oh, vamos, ¿por qué más has estado rechazando a esas chicas? —Faith se refirió al alto de quinto año y a la diminuta de segundo año. Ron se rio y asintió con la cabeza.
—Buen punto, Faith
—¿Es la chica de Ravenclaw? —Faith preguntó y volvió sus ojos hacia los ojos distintivos de la chica de Ravenclaw. Eran de un azul brillante y electrizante. Harry se rio entre dientes pero negó con la cabeza. No esa chica de Ravenclaw.
—Vamos a empezar, —dijo. Faith dio un paso más cerca de él y se dio unas palmaditas en la cintura para que la sostuviera, pero él no entendió. —¿Qué?
—Mano en mi cintura, Harry.
—Oh, —cuidadosamente dirigió su mano hacia el lugar donde Faith había acolchado y la colocó allí.
—Está bien, entonces cruzas las manos con la chica y cuando la música comienza tienes que contar hasta cuatro y repetir eso a lo largo de la canción. De esa manera puedes moverte en el momento adecuado,— le dijo Faith y levantó la mano izquierda. Su mano derecha ya estaba sobre su hombro. Harry asintió y también levantó el brazo para agarrar la mano de Faith.
Y luego sus manos se cerraron. Sus ojos se abrieron y se congelaron en su lugar por un par de segundos. Faith sintió una sensación de frío fluir por su cuerpo, comenzando por la mano que tenía en la de Harry.
