━extra cinco

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Siete de Noviembre de 1993

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Siete de Noviembre de 1993


Despertar en el hospital una vez más ya no debería ser una sorpresa para Harry. Los altos muros familiares se alzaron sobre él mientras su cabeza mareada intentaba tirar de él hacia la tierra, despertándolo.

—Suerte que el suelo estaba blando— murmuró una voz.

—Pensé que estaba muerto.

—Pero ni siquiera se rompió las gafas.

Mientras Harry volvía lentamente a la conciencia, sintió que cada centímetro de su cuerpo dolía como si alguien hubiera soltado un bate de Golpeador sobre él.

—Eso fue lo más aterrador que he visto en mi vida.

Las voces eran familiares, por supuesto, pero las cosas que decían tenían muy poco sentido para Harry mientras sus ojos se abrían lentamente y parpadeaban ante la repentina luz. Casi todo su equipo de Quidditch estaba reunido alrededor de su cama como si acabaran de nadar en el Lago Negro y luego arrastrarse por el barro de regreso a la orilla.

—¡Harry!— Dijo Fred Weasley cuando notó que el niño despertaba. Estaba muy pálido aparte de las manchas de barro sobre su rostro. —¿Cómo te sientes?"

La pregunta trajo múltiples recuerdos a su mente; el partido... los dementores... el grito...

—¿Qué pasó?— Harry balbuceó mientras trataba de sentarse de la cama, pero la mano de Ron en su hombro lo detuvo.

—Te caíste— dijo Fred con seriedad. —Debe haber sido...¿Cuánto...15 metros?

—Pensamos que habías muerto—, murmuró Katie, con los brazos cruzados por la preocupación.

Harry miró sus rostros, notando que Hermione estaba particularmente asustada. Con toda honestidad, a Harry no podría importarle menos la caída. Solo una cosa realmente importaba.

—¿Pero el partido? ¿Qué pasó con el partido?— preguntó Harry con los ojos muy abiertos y expectantes.

El silencio que cayó hizo que Harry tragara saliva.

—Nosotros no...—Harry hizo una pausa, —perdimos, ¿verdad?

Todos se miraron, esperando que alguien le diera la mala noticia. George se encargó de ello.

—Diggory atrapo la snitch...

—¿Faith?— Harry exclamó esperanzado, buscando entre los miembros de su equipo a la pequeña niña que jugó por primera vez hoy. Ella fue un gran activo para el equipo y Harry recordaba que estuvo excepcionalmente bien durante el juego. Pero no pudo encontrarla.

—No, por supuesto que no—, sonó la voz de Faith desde su derecha. —No soy una Buscadora, ¿verdad?

Harry siguió su voz y la encontró sentada contra la cabecera de la cama del hospital junto a la suya. Su brazo estaba envuelto en un cabestrillo y varios cortes tratados se extendieron por su rostro. Alguien había cortado la pernera izquierda de sus pantalones hasta la rodilla donde un vendaje estaba tratando otra herida.

Faith | Harry James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora