Capítulo 71: No me empujes al límite

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Chu Yu se despertó por el frío.

El frío fue cortante. Hacía un frío tan terrible que se sintió adormecido por todas partes y le rechinaron los dientes. Abrió los ojos, pero todo lo que vio fue el tenue resplandor de un fuego y una puerta de hierro que estaba bien cerrada.  

Ambas manos estaban encadenadas a la pared. Apretó los dientes y luchó con todas sus fuerzas. Aparecieron moretones en sus muñecas pálidas, pero solo podía escuchar los sonidos claros de los grilletes de hierro golpeando la pared detrás de él.

El agua que le había subido hasta la cintura se enfrió más. Chu Yu frunció el ceño. Después de un rato, suspiró y dejó de luchar.

Sabía que Song Jingyi no lo mataría fácilmente. Song Jingyi lo odiaba tanto a él como a Xie Xi hasta la médula. Ahora que había capturado a Chu Yu, naturalmente querría torturar a Chu Yu antes de acabar con él.

Mientras sus pensamientos vagaban, la puerta de hierro se abrió de repente con un crujido. Chu Yu entrecerró los ojos contra la luz mientras miraba hacia arriba y vio a Song Jingyi entrando con un comportamiento frío. Cuando vio lo que sostenía Song Jingyi, sus cejas se movieron. Después de un momento de silencio, continuó manteniendo una mirada inexpresiva.

Song Jingyi parecía estar de buen humor y sonrió de manera complaciente, "¿Cómo te va? ¿Estás cómodo? Chu Yu, probablemente no hayas sufrido este tipo de tortura antes, entonces, ¿a quién estás tratando de disgustar manteniendo ese tipo de apariencia? Apuesto a que ahora mismo quieres llorar por tu hermano mayor, ¿no?

Chu Yu simplemente lo miró a la ligera.

Como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago, la sonrisa de Song Jingyi vaciló y su mirada se volvió helada. Miró a Chu Yu con ojos malévolos y crueles. "Chu Yu, ¿de verdad te ves bendecido? Simplemente naciste con una cuchara de plata en la boca, ¡por eso puedes recibir abiertamente todos los elogios de los demás! ¡¿Quién crees que eres?!"

Chu Yu de repente se rió y susurró: "¿Y quién te crees que eres?"

Tan pronto como dijo eso, sonó un "golpe" claro y nítido. Chu Yu fue abofeteado con tanta fuerza que inclinó la cabeza hacia un lado. Su mejilla izquierda le escocía de dolor y el leve sabor metálico de la sangre subió a su boca. Frunció el ceño y se volvió, todavía mirando fijamente a Song Jingyi.

Song Jingyi se rió enojado. "Parece que no has entendido completamente la situación en la que te encuentras ahora. Tercer joven maestro Chu, ¡déjame mostrarte la realidad! "

Habiendo dicho eso, levantó el objeto en sus manos.

Era un látigo largo cubierto de hileras de púas. Si alguien fuera azotado con este tipo de látigo, incluso si no muriera, su piel sería completamente arrancada. Chu Yu inicialmente pensó que se le debilitarían las rodillas por el miedo, pero incluso cuando Song Jingyi activó el interruptor para drenar el agua, e incluso cuando se preparó para empuñar el látigo, Chu Yu estaba tranquilo.

Esto solo iba a ser un pequeño dolor superficial ...

El látigo levantado cortó el aire con un sonido claro. Las cejas de Chu Yu se crisparon y lentamente cerró los ojos. Al momento siguiente, sintió un intenso dolor iluminarse desde su cintura. Le dolía cuando lo golpeaba, y también le dolía cuando se retraía.

Chu Yu casi no podía respirar. Se quedó sin aliento y tardó mucho en recuperarse. Pero no había logrado recuperar el aliento por mucho tiempo cuando lo azotaron de nuevo.

Durante todo el proceso, Chu Yu apretó los dientes; no se permitió hacer ni un solo sonido, incluso cuando casi se desmayó de dolor. Song Jingyi había querido ver a Chu Yu llorando, gritando e incluso suplicando que se detuviera. No esperaba que Chu Yu se mantuviera firme. Una nube de tristeza descendió sobre Song Jingyi. Resopló y volvió a encender el interruptor para llenar la habitación una vez más con agua antes de darse la vuelta para irse.

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