Capítulo 1

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JESSICA

Me despierto tirada en la cama, y me fijo en el reloj. Ya són las 11:30am, así que decido levantarme a desayunar. Voy al armario, y cojo el primer camisón que veo. Me miro al espejo, me recojo mi largo y rizado pelo castaño en un gran moño a lo alto de mi cabeza, y me dirijo a la cocina.

Abro la nevera y saco la leche, y seguidamente me dirigo a los armarios para sacar mi caja de cereales favorita 'luxy pop'. Ese dulce e intenso chocolate, ese sabor acaramelado... me encantan. Me siento en la mesa, y me acabo rápidamente todo el bol. Estaba hambrienta.

Me pregunto dónde estará mi madre. No le doy mucha importáncia, seguramente haya ido a comprar o a hacer algun recado. Me siento en el sofá, enciendo la televisión, y de repente suena mi tono de llamada 'Give me you love', así que corro hasta mi habitación y rápidamente contesto.

-¿Si? -digo con un tono suave-.

-Jessica, cariño, soy mamá. -noto su voz algo quebrada, algo está pasando-

-Mamá, ¿qué pasa?

-Hija, estaba en el supermercado y me lo he encontrado. He dado varias vueltas por los callejones, y creo que me está siguiendo. Llegaré a casa lo antes posible, cierra la puerta y las ventanas, no abras a nadie, ten cuidado, te quiero. -se notaba que estaba asustada, casi sin aliento-

-¡Pero mamá!... -grito-, y entonces cuelga.

Hago lo que me dice, cierro las ventanas y echo las persianas, y seguidamente me dirigo a la puerta y cierro con llave.

Me siento de vuelta en el sofá, estoy muy preocupada, ¿qué habrá pasado? Aunque... no, no puede ser. Él otra vez no, és imposible.

Un fuerte golpe en la puerta me llama la atención, dejo mis pensamientos a un lado, me acerco a la mirilla, pero no veo a nadie. Entonces escucho un fuerte grito.

-¡Jessica, ábreme, se que estás ahí! -su fuerte voz retunda en mi cabeza, esa voz incomparable, la voz de... de mi padre-.

Me asusto, no me da tiempo a reaccionar, no se que hacer, estoy nerviosa. Suenan varios golpes más, así que cojo mi iPhone y llamo rápidamente a mi madre.

-¡Mamá -grito exhausta- és él, a vuelto, va a entrar, que hago!

-Jessica, tranquilizate, ya voy para casa. Llama a la policía. No dejes que entre, escóndete. -dice en un tono frágil, algo preocupada-

Cuelgo. Llamo a la policía. Subo al piso de arriba y me escondo detrás del armario de mamá. Entonces és cuando escucho como la puerta de entrada cae y hace un fuerte estruendo contra el suelo. ¡Oh, no! Estoy muy alterada, escucho la cruel voz de mi padre.

-Jessica, se que estás ahí, tarde o temprano te encontraré.

Me aterrorizo, tengo ganas de llorar. Se me empañan los ojos, escucho los pasos de mi padre por el pasillo. Se está acercando. ¿Qué hago? Miro hacia la ventana, y pasa por mi mente la posibilidad de saltar. Caería en el techo del primer piso, y después hasta el suelo solo hay unos 4 metros. Decidido, saltaré, cualquier cosa antes de caer en las garras de ese despiadado hombre.

Sin pensarlo más subo la persiana, noto como los pasos de mi padre se aceleran. Abro la ventana de par en par, pongo un pie fuera, de repente se abre la puerta de la habitación, él corre hacia mí, entonces salto, y caigo sobre el césped. Noto una punzada muy intensa en el tobillo izquierdo, y me duele mucho, pero sigo corriendo. Aún no conozco a nadie, hace dos días que nos habíamos mudado, hasta el martes no comienzo mi segundo año de bachillerato, no tengo a dónde ir. Tras correr durante 15 minutos, estoy muy cansada. Veo un cartel de neón al final de la calle, 'Bar copas', y decido acercarme a beber agua. Me doy cuenta de que me he dejado el iPhone en el suelo de detrás del armario, pero no me preocupo, habrá alguna cabina telefónica por aquí cerca. Después de beber agua, localizo una cabina telefónica en la vuelta de la esquina derecha. Corro, con un poco de dificultad por el dolor del pie. Cojo el teléfono, marco el número de mi madre, y le llamo. No tarda mucho en contestar.

-¿Sí?

-Mamá -respondo rotundamente-

-Jessica, ¿dónde estás? He llegado a casa hace 5 minutos, he visto como la policía se llevaba arrestado a tu padre. Ya no hay peligro, puedes volver. ¿No te habrá echo daño? -contesta preocupada-

-Estoy en el callejón derecho de un bar llamado 'Bar copas', no puedo andar, al huir me he echo daño en el pie, ven a buscarme, porfavor.

Cuelga rápido.

Me siento en la acera, esperando a mi madre. Aún recuerdo su rostro, malvado pero a la vez algo frustrado. Quizás no me quería hacer daño. Esos grandes ojos azules mirándome con una mezcla de admiración y desprecio. Estaba muy descuidado. Llevaba la típica barba de 15 días, una chaqueta de cuero negra, con unos zapatos de punta a juego, y unos tejanos anchos. Tenía el cabello rubio revuelto, y sucio. Hacía varios dias que no se duchaba. Escucho el pito de un coche, y dirigo la mirada al final de la calle. Mi madre se acerca a toda velocidad con su Seat León, se para ante mí, baja del coche, y yo corro a sus brazos, y le abrazo fuerte e intensamente. Las lágrimas comienzan a resbalar por mis mejillas, me duele el pie, y ha sido un día agotador. Ver después de tanto tiempo a mi padre a sido un fuerte golpe para mí, y supongo que para ella también.

-Mamá -digo entrecortadamente-

-Jessica, estoy aquí, todo a pasado, ya se lo han llevado. Ya no hay nada que temer -dice en un tono suave, y me tranquiliza-

-Tenía miedo, no sabia que hacer mamá -le respondo-

-Hija, no pienses más en eso. Gracias a dios no a pasado nada, todo está bien. Volvamos a casa, ya verás como se pasa rápido, sube al coche, cariño.

Le obedezco, y subo al coche. Se me comienzan a cerrar los párpados, estoy muerta de sueño, después de este duro y agotador día... Mi mente se nubla, y caigo en un profundo sueño.

ObsesiónМесто, где живут истории. Откройте их для себя