Obsesión

Capítulo 25

Paro el coche en frente de su casa.
Jessica abre la puerta, y me mira.
-¿No te quedas? -pregunta con una voz suave-.
-No -contesto secante-.
Cierra la puerta, y yo arranco el coche. No entiendo nada. Me engaña con el otro, y me pide que duerma con ella. ¡Me engaña, y quiere hacer como si nada! Vuelvo a dar un golpe seco en el volante y suena el pito.
Cuando llego a mi casa, mi padre está en el sofá viendo la televisión.
Abro la puerta, y voy directo a mi habitación.
-¿Adónde vas tan ligero? ¿Ni un Hola a tu pobre padre? -sonrie papá-.
No le contesto, entro a mi habitación y cierro de un portazo.
Me desvisto, me quedo en bóxers y me meto en la cama. Boca abajo, con la sábana por encima de la cabeza.
Escucho el Piririp de mi Whatsapp, cojo el teléfono y reviso mis mensajes.
3 mensajes de 1 conversación
Jessica: Amor
Jessica: Se que hice mal, perdoname
Jessica: Esto no puede acabar así, yo te amo
No le contestaré, no quiero nada de ella. Lo único que me ha dado son problemas, joder.
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Así será mejor. Mejor para mí, mejor para todos.
Dejo el teléfono la almohada, y intantes después comienza a vibrar.
Llamada entrante: Jessica
¿Lo cojo, o cuelgo? Voy a dejárselo todo claro.
Cojo la llamada.
-David -me dice entre sollozos- No puedes hacerme esto, no puedes dejarme. ¡No después de todo lo que hemos vivido!
-¿Después de qué, Jessica? ¿¡Después de todo el sufrimiento, de todas las mentiras, de todos los engaños!?
-¿Lo único que recuerdas són los momentos malos? ¿Que será del SÍ QUIERO que nos prometimos? -me reprocha-.
-A mí dame hechos -le digo- porque las palabras se las lleva el viento.
Cuelgo.
Ahora mismo no se que hacer, como actuar. Estoy furioso, ¡y todo por su culpa! ¿Cómo voy a perdonarle tal infidelidad? Ella fué quien decidió ir con ese cabrón, y ahora, ¿dice que ella no quería y que no fue su culpa? ¡Venga ya! Esto es un puto cachondeo.
Estoy harto de ser tan bueno, y de lo bueno me toman por tonto. Se acabó, se acabó el David bueno, a partir de ahora seré otra persona totalmente diferente. Empezaré de 0, Jessica no existe, nada ha pasado.
Cojo mi teléfono y miro el Facebook para entretenerme. Vaya, tengo una solicitud de amistad, que raro.
Sheila López quiere ser tu amiga en Facebook. Aceptar-Denegar.
¿Sheila? No me suena ninguna Sheila... Me pasaré por su muro, a ver si viendo fotos suyas la reconozco.
Rubia, pelo largo, piel blanca... ¡Ya se! ¡Es la chica con la que estube hablando en el cumpleaños de mi hermana! ¿Que querrá?
Acepto la solicitud, pongo el móvil en silencio y lo dejo en la mesilla de noche.
Ha pasado todo tan rápido, de todo a nada en cuestión de segundos, no puedo creerlo. Ya sabía yo que darlo todo por una persona en tan poco tiempo no era bueno. Ya sabía yo que esto iba a acabar mal, pero aún así, lo intenté.
Y creeme, no me arrepiento de lo sucedido, pero sí del tiempo perdido con las personas equivocadas.
Cierro los ojos, y me inundo en un profundo sueño.