Capítulo 19

3K 124 20
                                    

DAVID

Mi tia Francis me ha dado un poco de dinero para que pueda alquilar un piso aquí en Paris durante un tiempo. La verdad es que no se cuanto voy a estar aquí, pero necesito aclararme, necesito pensar sobre Jessica y yo. Tengo que pensar en lo mejor para ambos. Yo la amo, y ella a mi también me ama, pero, ¿por qué me mintió? ¿tan grabe fue lo que pasó que tenía que ocultarmelo? La base de una pareja se basa en la sinceridad y la confianza, o eso dicen. ¿Confiará ella en mí? No lo se, solo se que la amo, y no se si podré aguantar mucho más sin ella.

Falta media hora para mi cita con un hombre que me quiere alquilar su piso, me pasaré por el café de la esquina a tomarme un capuccino y después iré. Pido el capuccino, me cobran 2'50€ y me siento en la mesa de fuera. De repente suena el tono de llamada de mi móbil, ¿quién será? Miro la pantalla, y sale la foto de Jessica. Oh, mi Jessica, como la echo de menos... Cojo la llamada.

-Jessica, ¿qué quieres? -intento disimular las ganas que tenía de oírla-.

-Da...David -la voz rota de Gloria, su madre, retumba en mi cabeza-.

-Gloria, ¿qué ha pasado? -pregunto inquieto-.

-Je...Jessica -dice entre sollozos-.

-¿Jessica? ¿Qué pasa con Jessica? -pregunto nervioso-.

-Ha tenido un accidente -contesta dolorida-.

-¿Co...cómo que un accidente? -mi mente se paraliza-.

-Ella...ella iba a ir a buscarte a Paris, David. Un borracho se le cruzó y ella...ella cayó por un barranco.

-¿¡Co..cómo!? ¡Como me entere de quién era ese puto borracho lo mataré! ¡Te juro que lo mataré! Pero, ¿está bien? ¿está muy grave? ¿dónde está? -los ojos se me inundan de lágrimas-.

-Esta en el Hospital Central, ahora mismo estoy con ella. Los médicos dicen que no saben cuando despertará del coma, yo...yo no sabía que hacer, tenía que llamarte para que lo supieras.

-Ahora mismo voy, Gloria, en 1:30h o 2h estoy allí.

Corro hacia el aeropuerto que no me pilla muy lejos. Intento no pensar en Jessica, porque solo pensar que podría perderla...no se, no se que haría sin ella.

Subo al avión, pasa 1:30h y el piloto anuncia que en cuestión de minutos aterrizaremos. Mando un Whatsapp a mi padre para que me recoja en el aeropuerto y me lleve al hospital. Estoy muy nervioso, espero no haberla perdido, ella es mi oxígeno. Las lágrimas comienzan a brotar de nuevo de mis ojos pero intento contenerme. El avión aterriza, cojo la maleta, y subo al coche.

-Hijo, ¿qué pasa? ¿cómo que has vuelto tan pronto? -me pregunta mi padre algo aturdido-.

-No estoy para preguntas papá, llévame al Hospital Central, rápido -respondo serio-.

-¿Al hospital? ¿qué ha pasado? -pregunta preocupado-.

-¡Te he dicho que te calles y conduzcas joder! -respondo furioso-.

Mi padre agacha la cabeza, y acelera.

-Lo siento, papá. És Jessica, anoche tuvo un accidente viniendo al aeropuerto, iba a venir a buscarme a Paris y... y cayó por un barranco. És mi culpa papá, és todo por mi culpa -las lágrimas fluyen de mis ojos como cascadas-.

-No digas eso, David. No és tu culpa -alarga el brazo derecho hacia mí, y me da un apretón en la pierna-.

Llegamos al Hospital, y me bajo corriendo. Cuando entramos, pregunto en recepción por Jessica, y me dicen habitación 08.

En la puerta está Gloria, con las manos en la cara, para ocultar su tristeza. Mi padre va hacia ella, le abraza muy fuerte y le besa la frente.

-No te preocupes, todo saldrá bien -le dice mi padre-.

Cuando entro en la habitación, Jessica tiene en los brazos los tubos de suero, y en la nariz los del oxígeno. Tiene la pierna derecha enyesada y puntos en el brazo izquierdo y en la barriga. Tiene un moratón en el ojo izquierdo, y el labio inferior roto. Me siento a su lado, en la camilla, y le cojo la mano suavemente. Le aparto el pelo y se lo pongo tras la oreja con cuidado, y la observo fijamente. Está tan guapa como siempre. Los ojos se me inundan de lágrimas, no puedo soportar verla así.

Apoyo la cara en su pecho, con cuidado de no darle en ninguna herida.

-¡He sido un imbécil, Jessica, perdóname. Todo a sido culpa mía. Si no me uviese ido nada de esto habría pasado joder! Me equivoqué, lo admito. No sé por qué lo hice. Estaba frustrado por lo que pasó y no sé, se me vino a la mente la idea de irme y despejarme. Necesitaba un tiempo para pensar en nosotros, pero ahora lo se, ahora se que quiero pasar el resto de mi vida a tu lado Jessica. Porfavor, no me dejes, te necesito. ¡Eres lo mejor que tengo, no puedes dejarme ahora, te lo suplico!  ¿¡Por qué tuve qué irme!? ¿¡¡Por qué!!? -grito entre sollozos-.

ObsesiónWhere stories live. Discover now