Capítulo 11

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Cojo el teléfono.

-Jessica, ¿dónde te has metido? ¡Hace semanas que no te veo por el instituto! -la alegre voz de Mar, mi compañera de biología, me calma-.

-Ya, bueno. Ya te contaré -intento disimular mi tristeza-.

-Vale, por cierto, hoy és mi cumpleaños, y me gustaría que vinieras. ¡No puedes faltar! -me informa, emocionada-.

-Esque... No tengo coche, y no tengo quien me lleve -la verdad és que no tengo muchas ganas de ir, y menos después de lo de Kevin. ¿Y si aparece por allí?-.

-¡Eso és lo de menos, mujer! Te paso a recoger a las 10:30pm. ¡Ponte guapa!

Cuelga antes de que pueda responderle. ¿Qué otro remedio hay? Tendré que ir. Además, no quiero fallar a Mar, a sido siempre muy buena conmigo. Són las 3:46pm, tengo tiempo de sobras para arreglarme. Después de la agotadora mañana que he pasado, voy a echarme una siesta. Me pongo la alarma a las 8, me meto entre las sábanas, y caigo en un profundo sueño.

Cuando me despierto són las 9:45pm. ¡Mierda, no me ha sonado la alarma! Solo tengo 45 min para arreglarme. Salgo disparada de la cama, y voy directa a la ducha. Me enrosco la toalla en el pelo, y me ato la otra toalla por debajo de las axilas. Voy al armario para ver que puedo ponerme. Solo tengo 30 min. Me decido por un vestido rojo intenso, ajustado, que me tapa hasta la mitad de los muslos. Un bolso de mano negro con unas perlas en la parte delantera, y unos tacones negros no muy altos también a juego. Me seco el pelo, y me lo ondulo. Me pinto la raya con lápiz de ojos negro, un poco de colorete, y me levanto las pestañas con rimel. Seguidamente me pongo el pintalabios de color carmín, y me echo un poco de colorete. Quedan 5 min para que Mar pase a recogerme, así que meto algo de dinero en el bolso, el iPhone, y el pintalabios por si a caso. Suena el pito del Bmw de Mar, bajo corriendo, y me meto en el coche. Ella me sonríe con afecto, y yo le devuelvo la sonrisa.

Cuando mi madre llegue a casa y no me vea se preocupará, así que le mandaré un mensaje.
Mamá, estoy en la fiesta de cumpleaños de Mar. No me esperes despierta. Te quiero.

Al instante me llega su respuesta.
Vale, hija. Pásalo bien, ves con cuidado. Yo también.

Ahora que mi madre ya sabe que me he ido, estoy más relajada. En 5 minutos llegamos a una enorme masía, bajamos del coche, y entramos. En el salón hay almenos 200 personas, y hay unas escaleras en los laterales que llevan a las habitaciones. Mar me presenta a algunos de sus amigos, són todos muy simpáticos. Espero no encontrarme con Kevin, sería una gran decepción para mí tener que enfrentarme a el delante de todos. No, hoy quiero tener la fiesta en paz. Mar se sube al escenario, todos los focos van hacia ella. Coge el micrófono, y agradece la preséncia de todos, y informa de que el buffet está abierto para quien quiera.

Mar vuelve hacia mí.

-¿Porqué has faltado tanto a clase, Jessica? -me pregunta Mar, con un toque de preocupación-.

-És una larga história -le replico, sonriendo-.

-Soy toda oídos -me responde en un tono gracioso-.

-Pues verás, Kevin tuvo un accidente de coche unos días después de comenzar nuestra relación, tuve que pasar dos semanas en el hospital con él para no dejarlo solo, pero no salió muy bien, y terminamos -le explico. Y la tristeza recorre mi cuerpo-.

-Oh, siento oír eso -me da un fuerte abrazo- No te preocupes, mírate, tendrás a millones de chicos a tus pies -sonríe, suelta una carcajada, y yo también me río- Por cierto, me he dejado el bolso arriba, y tengo el móbil dentro. ¿Podrías ir a buscarlo, por favor? Esque tengo que presentar a algunas amigas todavía, y estoy muy liada. És la habitación n°20.

-Por supuesto, ahora mismo te lo traigo -le respondo suave. Me da las llaves, y se marcha-.

Subo por la escalera, llego a la habitación, y abro. Fijo la mirada en un chico rubio con los ojos azules que hay sentado sobre la cama de Mar.

-¿T...tú quién eres? -le digo algo temerosa-.

Se me acerca con un paso firme, me pone una mano en la cintura, y me aparta el pelo de la oreja.

-Soy David, el hermano de Mar. Encantado de conocerte, preciosa -me da dos besos y me sonríe-.

-Ah -és lo único que logro decir-.

-¿Y tú, cómo te llamas? -se dirige a la cama de vuelta-.

-M...me llamo Jessica, soy una amiga de Mar.

-Pues permíteme decirte que eres la chica más guapa que conozco -vuelve a sonreírme, y yo me derrito por dentro-.

Estoy sonrojada. Tiene una sonrisa deslumbrante, perfectamente cuidada. Tiene un bronceado que le da un toque muy sexy, y esos preciosos ojos azules destacan mucho. Lleva unos tejanos negros muy ajustados, y una camisa verde de manga corta que le marca todos y cada uno de los músculos de su cuerpo. Tiene una mano metida en el bolsillo, y con la otra se echa el pelo hacia atrás.

-Pero no te quedes ahí plantada mujer, siéntate a hacerme compañía -suelta una carcajada, y le sonrío-.

-Esto...esque yo venía a por el bolso de tu hermana -tengo un poco de verguenza, pero no se porqué, desde el primer momento me desprende mucha confianza-.

Se me acerca, me coge por las piernas, me cuelga de su hombro como un saco de patatas y me tira a la cama. Comenzamos a reírnos. Él está encima de mí, riéndose, con una mano en mi cintura y otra en el colchón para aguantarse. Me mira fijamente, y me besa. Nuestras bocas se enlazan y roza su lengua juguetona con la mía. Me muerde el labio con fuerza y yo suelto un pequeño gemido. Me besa el cuello, y me arde la piel. Acabo de conocerlo y ya me vuelve loca. ¿Qué me está pasando con este chico?

-Tumbada en la cama estás mucho más guapa -me guiña un ojo, y comienza a reírse a carcajadas-.

-¿Qué te hace tanta gracia don Risitas? -le digo riéndome-.

Tiene los labios llenos de carmín, está monísimo. Tiene ese toque de chico malo que tanto me gusta, y a la vez ese lado sensible que me encanta.

-No sé, estar encima de tí en la primera noche és verdaderamente agradabe -me guiña un ojo y sigue riéndose-.

Le doy un manotazo en el hombro y lo tiro de encima mio, pero me vuelve a dar la vuelta y volvemos a estar en las mismas.

-No te acostumbres a estarlo -le suelto irónica, y hace un gesto de ofendido, pero le doy un beso en la mejilla y vuelve a sonreír-.

Vuelve a besarme, esta vez más lenta e intensamente, no quiero que pare. Nuestras lenguas se juntan y la pasión estalla entre nosotros.

-Tu hermana estará esperándome, tenía que haberle llevado el bolso hace 15 min.

Y él me responde con un simple 'Bah'.

Estamos tirados en la cama, con las sábanas muy revueltas, coge un mechón ondulado de mi pelo, y comienza a enroscarlo en su suave dedo mientras tiene su mirada perdida en la mía. Y entonces alguien aporrea la puerta. Rápidamente salta de la cama y me levanta al mismo tiempo. Le indico los labios, que los sigue teniendo llenos de carmín, y comenzamos a reírnos a carcajadas mientras él corre al baño a quitarselo. Saco mi pintalabios del bolso, y me echo otra capa de carmín. Esta vez pegan cuatro golpes más fuertes en la puerta.

-¡Un momento! -grita David, desesperado, y yo me río de él-.

-Una risita más, y te tiro a la cama. Y no precisamente para hablar -me dice mientras me guiña un ojo-.

-Antes tendrías que pillarme -le reto-.

Suelta una carcajada, y de repente corre hacia mí y me coge en brazos como a una princesa dejando caer uno de mis tacones al suelo. Definitivamente, estoy loca por este hombre.

Antes de llegar a la cama suena un fuerte golpe, la puerta de la habitación cae contra el suelo, y mi alma se desploma al verlo ahí plantado.

ObsesiónHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin