Capítulo 4.

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I have a dream.
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Narra Abril.

Ya había anochecido y yo estaba en mi cuarto poniéndome ropa común, ya que mi uniforme estaba completamente embarrado de sangre.

Y no de la mía. De la de Itadori Yuuji, mi compañero muerto.

Se había ensuciado cuando, en el auto, me recosté junto a su cuerpo, aferrándome a él antes de perder la conciencia.

Dejé salir un suspiro de estrés y cansancio, pasando a la vez mis manos por mi rostro, masajeándolo. A pesar de haber "descansado" en el auto, seguía agotada y daría lo que fuera por dormir, al menos, una hora; pero no puedo. Le dije a Gojō-sensei que iría con él a la enfermería para ver por última vez el cuerpo de Yuuji. Quería estar ahí.

Aún tenía en mente las palabras de mi Profe...

..."No lo entiendo"

... ¿Qué habrá querido decir?

Tonto «suspiré de nuevo» ...si me dijeras, te daría todas las respuestas que tuviera.

En fin, solo tengo que esperar. Ya pedí que me hicieran un nuevo uniforme, porque no solo estaba sucio, sino también roto.
Me puse unos jeans azules sueltos, rotos en las rodillas y una remera manga corta blanca de escote en V, junto con una campera fina negra (todo prestado por Nobara) y los borcegos al tobillo de mi uniforme. Una vez lista, salí de mi habitación, con dirección a la enfermería, pero me crucé con Megumi.

—Fushiguro... —lo miré a los ojos, deteniéndome ante él— ...¿Vendrás a-

—No —me interrumpió, continuando con su camino—. No puedo.

No discutí más y continué también con mi camino, mirando el suelo fijamente, con las manos en mis bolsillos.

Finalmente, llegué a la enfermería donde yacía el cuerpo de Itadori. Golpeé la puerta con tres toques, y, cuando escuché que se me permitía entrar, abrí la puerta y me adentré en la sala.

Gojō-sensei, quien se encontraba más serio que nunca, emotivo, estaba sentado en un banco de dos plazas que colgaba de la pared, junto a Ijichi, que estaba parado a su lado. Decidí ir y tomar asiento junto a mi querido profesor, viendo cómo la doctora "Shoko Ieiri" se preparaba para diseccionar el cuerpo de Itadori.

Varios segundos después, en los que hubo un silencio sepulcral, la voz de mi Profe me sacó de los tristes recuerdos que se reproducían como una película en mi mente.

—Tengo una mala personalidad, ¿No creen?

—No.

—Lo sé. —me contradijo Ijichi, a lo que lo miré mal por su respuesta.

—Tendré que golpearte después, Ijichi.

Gojō hizo un gesto raro como de pistolas con sus manos.

—¿Go-golpearme? —comenzó a sudar.

—Ahora pregúntame. ¿Por qué alguien como yo, quien no tiene las cualidades de un profesor, aceptaría enseñar en una escuela?

—¿P-por qué?

ᎷᎽ ᏌᏁᎥᏉᎬᏒᎦᎬ JJK (Gojo Satoru)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora