ᎷᎽ ᏌᏁᎥᏉᎬᏒᎦᎬ JJK (Gojo Satoru)

Especial

🍹 ADVERTENCIA 🍹

A lo largo de este especial, pueden, y de hecho hay, encontrarse con spoilers, ya que está basado en un tiempo futuro. El que quiera leer aún así, bienvenido sea.

• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

PARTE 1

Narra Abril

—¡Abi-chaan! —canturreó.

—¡¿Satoru?! ¡Volviste!

Corrí y me abalancé sobre él. Rodeó y apretó mi cintura entre sus brazos con cariño y, me atrevo a decir, añoranza. Sentí cómo su pulgar se deslizaba sobre la tela de mi ropa, acariciándome, y cómo su nariz se enterraba en mi pelo. Yo sonreí por la sensación, esa que tanto extrañaba, y rodeé mis brazos en su cuello.

—El viaje se hizo un poco largo, lo siento.

—Pero ya estás aquí, es todo lo que me importa. Además, ¡justo a tiempo! Mañana es navidad, y quiero aprovechar esta tarde para ir a comprarte un regalo juntos. —le sonreí, distanciando mi rostro del suyo lo justo y necesario para poder verlo.

—¿No se supone que los regalos son sorpresa?

Desvié mi mirada de la venda que cubría la suya, con mi sonrisa un poco avergonzada.

—Bueno, sí... Pero tengo miedo de elegir algo que no sea de tu agrado.

Se acercó lentamente y dejó un beso en la comisura de mis labios. Cerré mis ojos, sintiéndolo como una suave y placentera caricia.

—Podrías regalarme una pelotita y estaría satisfecho, Abi-chan.

—¿Una pelotita? —mis cejas se arquearon, y la sonrisa de confusión apareció en mis labios, dejando ver mis dientes. Satoru no tardó en besarme, antojado. A él le gustaba mi sonrisa, y eso me hacía sonreír más sin quererlo. Mis mejillas se encendieron por felicidad. Estaba contenta de recibir sus mimos después de tantos días sin verlo. Le seguí el beso sin dudarlo, dejando que nuestros labios bailaran entre sí. Con una mano, acaricié los pelos de su nuca, mientras mi pulgar recorría su mejilla. Nos separamos para respirar, y también, para seguir nuestra conversación.

—Si la pelotita no te convence —hablaba cerca de mis labios, tentándome—, entonces entrégate a mí. Ese es el regalo que más me gustaría.

Tomó mi mano con la suya y la apartó de su mejilla, besando la palma y revolviendo algo en mi interior.

Las ganas de hacerlo no me faltaban. A decir verdad, en este momento, estaba más que dispuesta a hacerlo.

Pero no podía entregarme así nada más.

_ _ _

_

—Está nevando, deberías abrigarte. Aunque sería una lástima, adoro tu ropa. —acotó Nobara, con cara de tragedia.

Estábamos en la primera calle del centro, esperando hasta que nos reagrupáramos.

Yo vestía una remera de mangas largas de tela acanalada, que por mi izquierda era negra y por mi derecha marrón tostado, abotonada en todo su largo, pero desabrochada por el estómago, junto con unos jeans mom que no eran extremadamente anchos, de un celeste muy claro, con una rotura en el muslo derecho. De calzado, botas de nieve negras con un poco de taco, que llegaban a la mitad de mis pantorrillas. Un cinturón blanco con agujeros de contorno plateado adornaba mi cintura. Mi típica media colita, baja, sostenía parte de mi cabello hacia atrás, excepto por las dos mechas rebeldes a los costados.