ᎷᎽ ᏌᏁᎥᏉᎬᏒᎦᎬ JJK (Gojo Satoru)

Capítulo 22 (Australia 1)

Narra Abril

—¿Todo listo?

—¡Sí!

—Perfect! —Gojo-sensei cerró la cajuela del auto y nos adentramos en el aeropuerto con nuestro equipaje en mano.

Caminábamos por los anchos pasillos, dirigiéndonos a su avión.

Sí. Su avión.

Nuestro destino era Mooloolaba, que se encontraba en Queensland, Australia. En total son 9 horas de viaje, según me informó Gojo-sensei.

—Entonces, ¿qué haremos cuando lleguemos?

—Haremos turismo un rato, Abi-chan. Siempre quisiste conocer Australia, ¿no?

—Sí, pero esto es... una misión.

—Reservé cuatro días más en el hotel de Mooloolaba, para que puedas conocer el lugar una vez realizada la misión —mi cara demostraba mi clara sorpresa. Él sonrió—. Mientras antes completes la misión, más podremos conocer de Australia, Abi-chan.

¡No lo puedo creer!

Sería como un pequeño viaje de vacaciones... Solo los dos.

Sonreí y aplaudí con entusiasmo.

—Esa Maldición no sobrevivirá más de un día.

—¡Así se habla!

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"Welcome to Ocean Mooloolaba Beach Hotel."

Habíamos llegado hace un rato ya, y estábamos de pie frente al lujoso hotel. Mi pequeña Maldición flotaba junto a mí, siguiéndome a donde fuera.

—¿Un hotel de cinco estrellas?

—¿Y por qué no?

Satoru vestía su camisa clara y sus pantalones negros, tapando sus ojos con sus lentes oscuros. La forma en la que sostenía su equipaje por sobre el hombro lo hacía ver atractivo y seductor, sumado a su mano libre en el bolsillo de su pantalón.

Presiento que estos días serán difíciles para mí.

Nos adentramos en la recepción -que parecía cosa de otro mundo- y luego de hacer el check-in nos dieron dos tarjetas; una para cada uno. Las mismas sirven como llaves que también pueden activar y desactivar la luz de la habitación, o mejor dicho, de la suite.

Subimos al último piso, y tras apoyar la tarjeta sobre el sensor, Gojo-sensei abrió la puerta, extendiendo mi visión al interior del inmenso y lujoso apartamento.

Avancé unos cortos pasos dentro para ver mejor.

Un living muy espacioso y excéntrico, con una pantalla enorme y moderna, acompañada de dos sofás y un sillón con una pequeña mesa enfrente. Desde mi posición, veía directamente un ventanal que daba al balcón, viniendo desde la izquierda y cruzando la esquina, llegando frente a mi derecha; podía ver el agua celeste y verdosa a través de él. En esa espaciosa esquina, había una pequeña sala con un sillón en forma de "L" y una mesa baja con algunos aperitivos y dos copas de limonada. Todo eso conectaba con la cocina también a mi izquierda, que tenía una isla alargada con tres banquetas altas blancas. Casi todo era de color blanco o crema, excepto por algunos almohadones que eran negros..