Capítulo 43 II (JDS. parte 5.5)

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Narra Abril

Todo parece temblar, y vuelvo en mí.

Todo está negro. Abro mis ojos lentamente, parpadeando un par de veces. Sólo entonces, el pitido en mi oído comienza a suavizarse, permitiéndome escuchar el ambiente.

Los temblores siguen, la tierra se sacude de a ratos, yendo desde la superficie hasta lo más profundo en segundos.

No son sismos, son golpes con la fuerza de un titán. Esos estruendos me son tan familiares ya.

Y reacciono. El edificio frente a mí está totalmente venido a bajo, con escombros desparramados por todos lados.

Yuji...

¡Megumi!

Salto y me pongo de pie, pero un fuerte mareo me da vuelta la cabeza, así que demoro unos instantes en recuperarme del todo. Los estruendos provenían de algún lugar no muy lejos de acá, y no dudo en precipitarme hacia ellos, con la velocidad del viento acelerando inhumanamente mi corrida.

Freno en seco en cuanto llego, y presencio algo que no esperaba para nada.

Maki patea a Megumi, quien bloquea el ataque con un brazo y aparta su pierna a un lado, a la vez que le tira un puñetazo con el otro, justo por en medio de su torso expuesto, buscando alcanzar su rostro. Ella rápidamente se reincorpora y atrapa el puño al encerrarlo entre sus antebrazos superpuestos entre sí, y, en un giro rápido, mientras lo inmoviliza, le encesta un codazo en la mandíbula que le raspa la barbilla hasta hacerlo sangrar. Lo suelta y lo embiste con ambos puños a la vez, arrojándolo varios metros.

Deslumbrante.

Yuji aparece en el trayecto y enreda a Megumi en lo que parece ser una reja. Mi sol está lleno de cortes por todos lados, chorreando sangre por cada parte de su piel. Rostro, torso, pies; todo.

Megumi... estaba en cuero, luciendo esas marcas negras del demonio en su rostro, hombros, torso, brazos y muñecas; espalda también, supongo.

Es cierto...

Casi lo había olvidado por un momento; tenía una laguna en la cabeza, probablemente por culpa del golpe de la caída.

Alzo la mano y me toco la cabeza, sintiendo un rastro de cálida humedad enchastrar mi mano casi enseguida. Cuando la miro, no me sorprende encontrarla llena de sangre. Y mi mente divaga más allá, mientras sigo recordando cosas.

...Sólo Yuji comería un dedo de Sukuna. Megumi jamás... No entiendo cómo pudo pasar algo así...

<<Niebla, asegúrate de mantener viva a Ángel a toda costa; y luego ayuda a los demás. No vengas conmigo>>.

—Realmente eres... tan aburrido —se queja el apresado, justo antes de que Maki lo patee, arrojándolo varios metros nuevamente. Su fuerza es descomunal.

Y sólo entonces consigo reaccionar, gracias a los consecutivos estruendos de los choques contra las diversas edificaciones que atraviesa. Me sacude el impulso de ir a ayudarlo, pero me reprimo.

Carraspeo, sabiendo que me fallará la voz al intentar hablar si no lo hago.

—¿Yuji? —lo llamo, dando pasos cautelosos y dubitativos en su dirección.

Tanto él como Maki voltean a verme al escucharme.

—Abi-chan...

Sukuna no lo domina, como ya esperaba. Su voz es la normal; la de Megumi... no.

Me acerco por detrás de ellos, turnando mi mirada entre ambos, y sus cabezas van retornando a la posición de antes conforme avanzo.

—Qué bueno que llegas. Ver a Megumi pelear así me da un poco de miedo —confiesa Maki—. Yuji, básicamente, nuestro objetivo es capturar lo que sea que eso sea, incluso si eso significa matarlo, ¿no? —tantea.

ᎷᎽ ᏌᏁᎥᏉᎬᏒᎦᎬ JJK (Gojo Satoru)Where stories live. Discover now