ᎷᎽ ᏌᏁᎥᏉᎬᏒᎦᎬ JJK (Gojo Satoru)

Capítulo 26 (parte II)

Narra Abril

Darkness.

Nessa.

Ese le queda bastante bien, creo...

Mientras pienso un alias para el tipo del otro Universo, sigo a Megumi-chan por los pasillos de la Escuela para ver si encuentro alguna actitud sospechosa.

Fuera de que acaba de salir de la enfermería por motivos que desconozco, todo bastante bien.

Entra en algún lugar que no sé qué es, así que me quedo oculta, esperando a que regrese.

—¿Por qué me sigues?

PERO NO TARDA MUCHO.

—¡Ah! —exclamo asustada, pues no lo esperaba en absoluto.

Volteo, encontrando a Megumi detrás de mí. Su expresión nula, como siempre, con las cejas ligeramente arqueadas. Supongo que ya está acostumbrado a nuestras idioteces.

Y digo nuestras porque Yuji y Nobara también se las mandan.

—¡Ah-ha! Yo, nada, nada. Quería... —revoleo los ojos por todos lados, buscando una excusa que me salve. Nada, pues ya qué. Carraspeo—... Quería hablar contigo.

—¿Qué pasa? —sus ojos azules oscuros no se desvian de los míos, manteniendo su neutralidad típica. A pesar de eso, sé que es bastante atento.

Lo tomo por los hombros, y más allá de una ligera expresión de sorpresa y confusión, no reacciona.

—Oi, ¿Qué haces? —seguro se siente incómodo, pobre Megumi-chan.

Voy bajando por sus brazos, y lo disimula bien, hasta que me acerco a su antebrazo, y me detiene en seco, tomándome por la muñeca con firmeza. Se asegura de soltarse de mí, pero cuando deja de sostener mi muñeca, lo tomo por el antebrazo en un movimiento rápido, con poca fuerza. Eso es suficiente para provocarle un pequeño espasmo de dolor, acompañado de un contenido siseo que escapa de sus labios.

—¡Lo sabía! ¿Estás herido? ¿Por eso fuiste a la enfermería?

—Tch... —se queja, fastidiado, desviando la mirada. No le gusta la atención—... Estoy bien, no te preocupes.

¿Que no me preocupe?

Hmm...

Afilo mi mirada, analizando fríamente.

Varias veces ha sido herido desde que lo conozco. Todas y cada una de ellas fue atendido por Shoko sin muchos problemas.

Definitivamente debería preocuparme que aún le duela. Además, trata de ocultarlo.

Aún más sospechoso.

—¿Qué tienes, Megumi-chan? Tal vez yo pueda ayudarte... ¿No? —lo suelto, no queriendo causarle más dolor.

Él parece dudar, a juzgar por cómo me mira fijo y ausente a la vez, pero finalmente se resigna.

Se arremanga la ropa, descubriendo un vendaje importante y cuidado, y comienza a desenrrollarlo con agilidad y suavidad al mismo tiempo, descubriendo una quemadura que parecía bastante grave.

Mi expresión se contrae.

—¿Cómo te pasó esto? —pregunto en voz baja. Debe dolerle mucho.

—Fuiste tú, Abril. En el Evento de Intercambio —explica al fin, como una piedra cayéndome encima. El aire se me atasca en la garganta por un instante, hasta que sus ojos buscan los míos, y obvio, los encuentran—, cuando perdiste la razón. Fue un accidente, así que no te culpes.