Mejor no hablar de ciertas cosas

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Holaaaa... Por acá estoy otra vez. Tenemos días libres por las Fiestas Patrias de mi país, así que espero dejar hartos capítulos en estos días. Hoy les presento una conversación muy importante entre nuestros dos protagonistas.

Como dato les cuento que Beşiktaş es una institución deportiva turca, al igual que el Fenerbahçe. Hazal es fan de Beşiktaş , así que tomé esta característica para Azra. No sé si Kaan sea hincha de Fenerbahçe, pero siendo un equipo muy popular (el más popular de Turquía junto con el Galatasaray), le asignamos dicha característica a Can Vural.

En Turquía son muy populares el fútbol, el baloncesto y el voleibol, por lo que es habitual que las instituciones deportivas tengan todas esas ramas deportivas. Melih Mahmutoğlu es un basquetbolista turco famoso y juega por Fenerbahçe.

Como siempre, muy agradecida de que lean y comenten la historia. La retroalimentación es fundamental para la inspiración.

- ¡Vaya! No sabía que tenía tanta hambre – exclamó Azra mientras se echaba a la boca un trozo de pato a la naranja.

- Ni que lo digas – bromeó Can.

- He comido como un cochinillo, ¿Verdad? – preguntó algo avergonzada.

Can sonrió.

- Me gustan las mujeres que tienen apetito.

- Bueno, yo no siempre tengo tanto apetito, pero hoy las clases estuvieron intensas. Por la mañana incluso estuve practicando baloncesto con los chicos, después tenis por la tarde y pilates. Creo que gasté muchas energías.

- ¿Así que aún haces clases de tenis? – preguntó pese a que ya sabía la respuesta.

- Así es, pero sólo unas horas al día. Es una academia que está cerca de la escuela. No tengo más de dos alumnos por día.

- ¿Entonces el baloncesto es tu nueva pasión deportiva?

- Así es, pese a mi estatura – Azra se río de su propia respuesta.

- Podrías jugar de base.

- De base del equipo de baloncesto de villa Pitufa.

- No seas tan cruel contigo misma. No creo que seas la jugadora más pequeña de baloncesto del país.

- Tal vez sea la segunda – contestó riendo.

- Yo jugué baloncesto en la universidad, claro que en la posición de alero.

- ¿De verdad?

- Por supuesto. Claro que no te voy a mentir: no éramos muy buenos.

- Me gusta mucho el baloncesto, sobre todo porque al ser un deporte de equipo es muy bueno para formar el carácter de los estudiantes. Los obliga a ser solidarios, a trabajar en equipo, a cubrir las debilidades de sus compañeros, a pensar en estrategias, a mejorar la comunicación y la coordinación interpersonal, etc. Lo aprendí en la universidad, cuando llegué a la escuela había unos aros viejos, así que conseguimos algunos balones y empecé a enseñar a los chicos.

- ¿Y los resultados?

- Muy buenos. Incluso hemos tenido algunos alumnos que han sido invitados a participar en las escuelas formativas del Fenerbahçe o del Beşiktaş, lo cual ha representado una muy buena alternativa para ellos.

- ¡Vaya! Mira si no terminas siendo la mentora del próximo Melih Mahmutoğlu

- Prefiero que mis niños jueguen en el Beşiktaş – señaló levantando la barbilla.

La redención de AzraWhere stories live. Discover now