Lirios - Alegras mis días

C137 - Salir a entregar cerdos

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En la mesa llena, sólo Jiang Zhen estaba festejando.

Zhao Liu y Zhao Fugui ya estaban confundidos; miraban fuera de vez en cuando, distraídos por la cifra de cientos de miles de plata. ¿Cómo podían comer en semejante situación?

En cuanto a Zhao Jinge...

Zhao Mingzhu tenía casi un año y había empezado a comer alimentos sólidos, así que la alimentaba. Pero también estaba muy sorprendido.

Jiang Zhen le había dicho antes que había recibido mucho dinero, pero realmente no esperaba que fuera tanto.

Zhao Jinge sintió que era irreal mientras cortaba un trozo de carne de la panza del pescado y lo ponía en la boca de Zhao Mingzhu.

Zhao Mingzhu abrió la boca de par en par para coger el trozo de carne que no estaba lejos de ella, pero como su cuerpo estaba sujetado por Zhao Jinge y su cuello era demasiado corto para cogerlo, se sintió agraviada. ―¡Wuw!

El grito de Zhao Mingzhu despertó a Zhao Jinge y a la pareja Zhao, entonces Zhao Jinge se apresuró a darle de comer el pescado y se encontró con que el cerdo y el pollo asados que había en la mesa estaban casi terminados por Jiang Zhen por la mitad.

―No comas demasiado. ¿Y si te da diarrea? ―Dijo Zhao Jinge con preocupación.

―Aunque me dé diarrea, estoy dispuesto a hacerlo ―, dijo Jiang Zhen, sonriendo, pero ya no comía carne.

En los tiempos antiguos, cuando te daba diarrea, no había medicina para ello, así que más le valía prestar atención a lo que comía.

Cuando Jiang Zhen terminó de comer, Zhao Liu y Zhao Fugui, que no comían mucho, dejaron los palillos.

Casi no podían esperar a salir, entonces vieron que los hombres de Jiang Zhen usaban una de las cajas como mesa para comer y algunas de las cajas estaban incluso grasientas por la sopa de verduras.

Esta... caja estaba llena de plata, ¡ah! Eso no es bueno, ¿no?

Zhao Liu y Zhao Fugui se frotaron las manos con inquietud, sintiendo siempre que algo iba mal.

Jiang Zhen comió rápidamente, pero sus hombres comieron aún más rápido.

Jiang Zhen pidió al restaurante que trajera comida suficiente para más de cien personas, pero al final, las cincuenta personas se lo comieron todo.

Había muchas cajas apiladas en el jardín de la Familia Zhao con tazas y platos sobre las cajas y mucha gente frotando sus redondos estómagos mientras se sentaba directamente en las cajas.

Cuando la gente de la Casa de Billetes de la Familia Hu se acercó, vio una escena tan desordenada.

―¿Cuál es el Maestro Jiang? ¿Dónde está la plata? ―, preguntó en voz alta el Jefe de la Casa de Billetes Hu.

Su jefe le pidió que trajera docenas de personas para trasladar la plata... ¿Realmente había plata en esta pequeña mansión que requería que viniera personalmente y trajera a tanta gente para trasladarla?

―Cierra la puerta ―, dijo Jiang Zhen. Después de que sus propios hombres cerraran la puerta, señaló el cofre en el patio y dijo: ―La plata está dentro. Vamos a pesarla juntos.

La llamada Casa de Billetes era un banco de dinero, equivalente a un banco en el futuro, por supuesto, el negocio de la Casa de Billetes era mucho menor que el de un banco debido a su naturaleza local. Los billetes que daban sólo podían circular en un rango determinado.