Lirios - Alegras mis días

C166 - Dejando Daqi

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Jiang Zhen siempre ha hecho negocios con Toyo antes, pero recientemente se detuvo.

No sólo eso, también envió a algunos de sus hombres a patrullar las aguas cercanas a Fucheng para que, en cuanto vieran piratas, los capturaran.

El tiempo era cada vez más frío, pero los piratas se volvieron más y más desenfrenados, porque de repente descubrieron que la gente de Daqi era realmente fácil de robar. La mayoría de ellos sólo pedían clemencia sin poder defenderse.

Hasta ahora, tanto si eran de Toyo como de Daqi, la gente y el gobierno los llamaban Piratas Orientales.

La invasión de Toyo era cada vez más grave, y muchas personas a lo largo de la costa estaban sufriendo, pero a lo largo de la costa de la Provincia Wexing la vida de la gente no era diferente de antes.

Los piratas no se atrevían a venir a esta zona de la Provincia Wexing para causar problemas.

Para los habitantes de la Provincia Wexing era algo bueno, pero a otros les costaba dormir y comer.

Cuando el invierno se convirtió en primavera y el melocotonero volvió a florecer, un barco se dirigió hacia el sur por la costa de Daqi y finalmente se detuvo en el muelle de la Aldea Yabian. Poco después, un hombre de mediana edad con el rostro frío bajó del barco.

La persona que custodiaba la Aldea Yabian no era otra que Jiang Ming, así que al ver a esa persona Jiang Ming se sorprendió un poco: ―¿Marqués? 

La persona que venía era la misma que había estado pidiendo ayuda a Jiang Zhen para comprar comida y grano todos estos años, el Marqués Qi - Qing Qi.

Al principio, fue Luo Tianzhi quien trajo a este hombre al sur del río Yangze y le permitió conocer a Jiang Zhen. Al principio tampoco le dijo a Jiang Zhen su identidad, pero más tarde, debido a su cooperación, Jiang Zhen se enteró de que esta persona resultó ser marqués.

La dinastía Daqi ha durado más de 300 años. Al principio, había pocos miembros de la familia imperial pero ahora había decenas de miles de personas por lo que la relación con la familia imperial y Qi Qing era un poco distante, pero no había decaído. Qi Qing también tenía cierta habilidad, y ahora no solo heredó un título y se convirtió en marqués, sino que también era el general de los Jinetes de Hierro de Liaoning.

―Quiero ver a Jiang Zhen. ―Dijo Qi Qing.

Jiang Ming rápidamente llevó al hombre a Jiang Zhen.

―¿Qué quiere el Señor Qi conmigo? ―Jiang Zhen miró a Qi Qing con cierta confusión.

―Jiang Zhen, en el invierno anterior, los piratas causaron muchos problemas y quemaron uno de nuestros graneros, los Jinetes de Hierro de Liaoning también se vieron afectados y ahora estamos escasos de comida y grano. Espero que puedas comprar otro lote de comida y grano y enviárselos a los Jinetes de Hierro de Liaoning. ―Cuando Qi Qing vio a Jiang Zhen, inmediatamente dijo.

―¿Sólo esto? Si es sólo esto, no habría necesidad de que el Señor Qi viniera hasta aquí, ¿verdad? ―Jiang Zhen miró a Qi Qing con cierta confusión.

―Jiang Zhen, he venido aquí personalmente porque Jinetes de Hierro de Liaoning no puede pagar el dinero en este momento, si es posible, espero que pueda enviarlo por adelantado. ―Dijo Qi Qing.

Los Jinetes de Hierro de Liaoning no podían conseguir el dinero, esto era algo que Jiang Zhen creía.

Al sur del río Yangtze era muy próspero, excepto la costa, donde había muchos ronin invasores. La vida de la gente aquí era relativamente difícil. Sin embargo, algunos vivían bien y, desde el punto de vista de todo el Daqi, era muy pacífico.