Lirios - Alegras mis días

C052 - También me gustas

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Zhao Liu siempre le había dicho seriamente a la gente que Jiang Zhen fue a su casa para proponerle matrimonio a su Jinge, y habló sobre lo bueno que fue Jiang Zhen con Zhao Jinge. Pero nadie le creyó.

Fue realmente... Zhao Jinge parecía un hombre. Diciendo que Jiang Zhen lo quería porque podía trabajar, lo creerían. Pero Jiang Zhen le dio gran importancia... ¡Como podría ser posible!

Siempre pensaron que Zhao Liu estaba diciendo tonterías. Cuando vieron que Jiang Zhen ayudó a He Qiusheng y derrotó a Liu Heitou, se convencieron aún más de eso, casi todos pensaron que Jiang Zhen estaba detrás de He Qiusheng. Por un tiempo, su simpatía por la Familia Zhao alcanzó su punto máximo y desde entonces, todos simpatizaron con la Familia Zhao. De hecho, algunos de ellos estaban felices por la Familia Zhao. Pensaron que, con esto, la Familia Zhao finalmente podría deshacerse de Jiang Zhen. Sin embargo, el resultado final fue una sorpresa para todos.

Después de que Jiang Zhen salvó a He Qiusheng, ni siquiera lo miró. Sus ojos estaban pegados a Zhao Jinge, que parecía un poco sucio... ¿Está realmente bien su vista? Además, Jiang Zhen, que generalmente parecía tan feroz, mientras miraba a Zhao Jinge parecía muy gentil...

Jiang Zhen trajo muchas cosas. Había mucha porcelana entre los artículos que les arrebató a los bandidos de agua. La vajilla de cerámica era muy exquisita, lo que la hacía inaccesible para los aldeanos comunes, por lo que no la vendió. Lo guardó todo, además de los diversos tipos de alimentos que compró en Fucheng... Sabía de un vistazo que podía vender los bienes que había traído en su barco por varios cientos de monedas de plata.

Zhao Jinge se sorprendió cuando vio estas cosas. Jiang Zhen le pagó el precio de novia, por lo que sabía que Jiang Zhen no tenía mucho dinero. Ahora que Jiang Zhen compró tantas cosas a la vez, no gastó todo su dinero, ¿verdad? Sin embargo, trajo los productos con ellos y regresó. Si los vendiera más tarde, no perdería dinero.

―He ganado mucho dinero esta vez, así que he comprado diferentes tipos de alimentos para comer ―, explicó Jiang Zhen.

―Um ―, respondió Zhao Jinge, y las comisuras de su boca no pudieron evitar engancharse. Su inquietud original se disipó después de que Jiang Zhen le sostuvo la mano. Ahora que se enfrentaba a los ojos incrédulos de las personas que los rodeaban, su corazón estaba feliz y satisfecho. No creía que su estado de ánimo fuera el correcto, pero no pudo evitarlo en absoluto.

―¡Mayor Jiang! ―He Qiusheng, que ya había subido a tierra, volvió a llamar y se acercó a Jiang Zhen.

―¿Qué pasa? ―Jiang Zhen preguntó.

―¿Qué pasa? ―Qiusheng calmó su estado de pánico y miró a Jiang Zhen. Después de una pausa, dijo: ―Gracias por salvarme.

Hablando de eso, la apariencia de He Qiusheng era realmente buena. Había sido abofeteado dos veces antes, y su cara estaba un poco hinchada, pero aún así no afectaba a su apariencia, e incluso le hacía parecer más lamentable. La ropa mojada delineaba su esbelta figura y complementaba su blanco cuello, lo que hacía que la gente quisiera derribarlo.

Por supuesto, esto se aplicaba a los demás hombres de Hexi. Para Jiang Zhen... se trataba de un menor que acababa de ser sometido a un violento ataque, lo cual era lamentable pero nada más.

―No te salvé. Ese hombre aún puede venir. Será mejor que encuentres la manera de arreglar las cosas ―, dijo Jiang Zhen.

El padre de He Qiusheng era un bastardo. Si tuviera la capacidad de resistirse, nunca complacería a un padre así, pero era la decisión de la Familia He... Todo el dinero que la madre de He Qiusheng y sus dos hermanos mayores ganaron a lo largo de los años había sido despilfarrado por este padre.