Lirios - Alegras mis días

C141 - Vaciando a la Familia Liao

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Liao Qinghe tenía un excelente talento literario, por lo que su velocidad para escribir la Carta de Divorcio era muy rápida, así que al cabo de un rato la Carta de Divorcio estaba escrita.

Wen Yingniang miró la Carta de Divorcio, la tinta aún no estaba seca. Estaba aturdida y no podía decir lo que sentía.

Cuando Liao Qinghe vio a Wen Yingniang así, sólo pensó que Wen Yingniang no podía aceptar que el asunto llegara tan lejos, así que sintiendo simpatía en su corazón se sintió un poco feliz de nuevo.

Ya había perdido la cara muchas veces por culpa de Wen Yingniang, y ahora por fin había conseguido que Wen Yingniang también se sintiera incómoda.

Pensando de esta manera, dijo con un poco de tono de caridad: ―Yingniang si admites tu error, este asunto puede ser olvidado ...... 

―¿Olvidar qué? ―Wen Yingniang miró a Liao Qinghe.

Si tuviera un hijo, nunca se divorciaría, pero no lo tenía, y Liao Qinghe se ha ido poniendo cada vez peor con ella en los últimos años. Esa persona no pasaba tanto tiempo en casa como fuera.

Hablando de eso, si tenía una buena vida, ¿por qué querría ser una arpía y perder la cara de su familia?

―En el futuro, tienes que aprender la amonestación y la disciplina femenina, no puedes hacer más esas tonterías. ―Dijo Liao Qinghe.

¿Amonestación femenina? Wen Yingniang arrebató la Carta de Divorcio y miró a Liao Qinghe antes de hacer una mueca: ―¡Muchas gracias! ¡Pero no es necesario!

―¡Wen Yingniang, aunque rompas la Carta de Divorcio no te dejaré entrar de nuevo por la puerta de mi Familia Liao! ―Cuando el Padre Liao vio a Wen Yingniang agarrar la Carta de Divorcio, pensó que la iba a romper, así que gritó.

―Ya no me importa! Cuando vuelva a Minnan, me esperará una buena vida, ¿quién quiere entrar en tu familia? ―Wen Yingniang dijo, pero su corazón se sintió un poco débil.

Por el momento, no se atrevía a volver a Minnan, por miedo a que sus padres se enfadaran.

Insistió en casarse con Liao Qinghe, pero no acabó bien y se divorció... ¿cómo iba a tener la cara de regresar?

Pero, por supuesto, no dejará que la Familia Liao lo sepa.

Después de un frío zumbido, Wen Yingniang dio instrucciones a sus sirvientes: ―Vayan y llamen a Zhang, Li, Qin y Hong, luego vayan al Yamen a buscar gente. Acuérdate de traer más dinero e invita a los funcionarios a tomar una copa. 

―¿Qué estás tratando de hacer? ―Liao Qinghe frunció el ceño ante Wen Yingniang.

―¡Liquidar mi dote! ―Wen Yingniang dijo sin dudar.

―Tu dote, puedes llevártela, ¿por qué necesitas liquidarla? ―Preguntó Liao Qinghe. No iría tan lejos como para quedarse con la dote de Wen Yingniang para que ella no pudiera quitársela.

Wen Yingniang siempre supo que Liao Qinghe era siempre ignorante de los asuntos mundanos, ella había querido hablar con él sobre eso pero luego su relación con Liao Qinghe se volvió cada vez peor así que renunció a su idea original.

Que Liao Qinghe no entendiera estas cosas no era algo malo para ella.

Tan pronto como Wen Yingniang llegó a la Familia Liao, la Madre Liao, que también había nacido en una familia de eruditos y prefería la lectura a las tareas de la casa, le entregó el desorden que era la Familia Liao, se podría decir que a lo largo de los años la Familia Liao fue completamente atendida por ella.