Lirios - Alegras mis días

C151 - Trayendo a Migzhu para entrenar

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Jiang Zhen y sus dos hijos estaban cubiertos de arena, por lo que estas jóvenes no sentían que fueran personas notables.

¿Qué persona honorable se cubriría de barro y arena?

Es más, pensaban de todo corazón que la flota que salía al mar era Wen Ming y todos los espejos y cristales también eran de Wen Ming.

Aunque Wen Ming ha vendido algunos, los que compraron espejos y vidrios eran todos peces gordos como el magistrado del país. ¿Cómo podría esta gente llevar a dos niños a jugar con la arena aquí?

―¿Eres un miembro de la tripulación de la flota? Has robado este espejo, ¿verdad?

―¡Cómo te atreves! ¡Me aseguraré de que el tío Wen Ming te arreste!

Las jóvenes hablaron una tras otra, descargando su ira de Wen Yingniang sobre Jiang Zhen.

―¡Mi espejo! ―En este momento, los ojos de Zhao Mingzhu se enrojecen.

Tanto Jiang Zhen como Wen Ming dejaron algo para sus propias familias, pero no mucho. Jiang Zhen trajo a casa un total de tres espejos, uno para Zhao Liu, otro para Zhao Jinge y el último para Zhao Mingzhu.

Zhao Mingzhu le tenía mucho cariño a su espejo y lo llevaba siempre consigo. Zhao Jinge no aprobaba este comportamiento, pues temía que pudiera romper el espejo o que se lo robaran, pero Jiang Zhen no le dio mucha importancia.

¿No era sólo un espejo? Si se rompe, se romperá, en cuanto a la posibilidad de ser robada... Mingzhu era todavía pequeña, así que básicamente pasaba la mayor parte de su tiempo en casa. ¿Había realmente alguien que se atreviera a venir a su casa para robarle?

Pero como resultado... alguien realmente intentaba robarle ahora.

A Jiang Zhen ya no le importaba que la arena resbalara de su cuerpo y se levantó planeando llamar a alguien para que acompañara a esta gente fuera. Pero como resultado, Zhao Mingzhu estaba un paso por delante de él y se precipitó: ―¡Ese es el espejo de Mingzhu!

El cuerpo de Zhao Mingzhu estaba cubierto de arena, lo que le daba un aspecto sucio, por lo que el grupo de adolescentes no quería dejar que se acercara a ellas en absoluto. Incluso parecían querer patear a Zhao Mingzhu...

No fueron capaces de patear a Zhao Mingzhu porque Jiang Zhen fue más rápido y recogió directamente a su hija.

Pero aunque Zhao Mingzhu estuviera bien, Jiang Zhen ya estaba furioso, extendiendo su pie, pateó directamente a la persona que se atrevió a intentar patear a Zhao Mingzhu.

―¡Ah! ―La adolescente cayó en la arena y miró a Jiang Zhen conmocionada, agarrándose el estómago. Estaba aturdida y asustada: ―¿Sabes quiénes somos? ¡Somos de la Familia Wen! Si te atreves a golpearnos, ¡el tío Wen Ming no te dejará ir!

―¡Me aseguraré de que el tío Wen Ming te dé una lección!

―¡Solo espera!

......

Todas estaban temblando de miedo pero seguían gritando palabras viciosas.

―¿Gente de la Familia Wen? ―Jiang Zhen frunció el ceño al ver a esta gente frente a él: ―Golpearé incluso a Wen Ming si se atreve a golpear a mi hija, así que, ¿qué pasa con ustedes? 

A pesar de estas palabras, este grupo de personas era joven y de la Familia Wen por lo que Jiang Zhen no las golpeó: ―Deja el espejo y sal de aquí, o te echaré.

Esas adolescentes tenían un poco de miedo de Jiang Zhen que parecía muy grosero, pero no estaban dispuestas a mostrar ninguna debilidad frente a él, especialmente la chica que agarró el espejo.