Lirios - Alegras mis días

C026 - Matar a un cerdo por dinero

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Esa noche, probablemente debido al hambre, Yang Jing no había podido dormir, dando vueltas. 

Jiang Zhen estaba cansado de eso. Fue hacia él en unos pocos pasos e inmediatamente lo dejó inconsciente, luego lo ató nuevamente.

Antes, Yang Jing pudo liberarse de la cuerda que había atado, porque la había atado descuidadamente, dándole deliberadamente la oportunidad de escapar para intimidarlo. Pero ahora...

Jiang Zhen ató a Yang Jing en tal nudo, que incluso si la persona que le enseñó a Yang Jing cómo desatar cuerdas se presentara personalmente, no podría desatarlo.

Después de todo esto, Jiang Zhen salió por la ventana, planeando esperar afuera a Zhao Jinge.

Había dejado un poco de carne de tocino frito y huevos para Zhao Jinge y estaba esperando para alimentarlo.

Tan pronto como salió, Jiang Zhen vio a un hombre inmóvil no muy lejos. ¿Quién era si no Zhao Jinge? No sabía cuánto tiempo había estado parado afuera.

¿Este hombre tímido se atrevió a ir a buscarlo por su propia cuenta? Jiang Zhen se sintió divertido. Tiró del hombre hacia el área del estanque nuevamente, acunó la cara de Zhao Jinge con las manos y lo besó en la boca. ―Sabía que vendrías a mí.

Zhao Jinge, con una expresión de madera, no habló. En este momento, claramente sintió que había una especie de calor proveniente del lugar que Jiang Zhen acababa de besar, que finalmente se extendió por todo su cuerpo, por lo que no quería moverse.

No, todavía había un lugar que quería despertar... Sintiendo que la cosa en su entrepierna estaba lista para levantarse, Zhao Jinge se sintió tan avergonzado que solo quería saltar al estanque para ahogarse.

Él... ¿Eso es todo?

Si sus padres supieran que estaba viendo a alguien en medio de la noche, todavía sería así...

Zhao Jinge se sentó inmóvil junto a Jiang Zhen; sus pensamientos se alejaron hasta que olió a tocino frito.

―Venga. Come huevos revueltos con la carne. ―Jiang Zhen puso un palillo de huevos en la boca de Zhao Jinge y luego le dio otro bocado de arroz.

Zhao Jinge se lo comió lentamente y tranquilizó su corazón.

Jiang Zhen debería estar con él de todo corazón. En ese caso, estaba bien que los dos estuvieran cerca el uno del otro. Eventualmente se casarían en el futuro.

Al día siguiente, bajo la orden de Jiang Zhen, todos los muebles de la casa de Jiang Chengxiang fueron trasladados a su nueva casa junto con una gran olla de hierro y cacerolas de la Familia Jiang.

Con sólo un poco de orden, la nueva casa estaba lista para ser trasladada...

Jiang Zhen guió a Yang Jing para que echara un vistazo a su casa con el cuchillo y luego llevó a los aldeanos que habían ayudado en la construcción de la casa de vuelta a la casa de la Familia Jiang para comer.

Después del almuerzo, Jiang Zhen le tendió la mano a Jiang Chengxiang y le dijo: ―La plata y el documento, ¿están listos? 

―Este es el documento de registro de la casa, la plata... ―Jiang Chengxiang miró a la Anciana Jiang, que guardaba el dinero.

―Toma. ―La Anciana Jiang sacó una bolsa de plata.

Jiang Zhen pesó la bolsa de dinero en su mano y le dijo a Jiang Chengwen: ―¡Tráeme una balanza y pésala! 

Jiang Chengwen, que había estado parado lejos, no esperaba ser elegido por Jiang Zhen. Sintió que tuvo mala suerte pero no se atrevió a desobedecer. Rápidamente trajo una balanza.