Lirios - Alegras mis días

C145 - Wen Yingniang está embarazada

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Wen Ming no tenía mala apariencia ni mal temperamento. Cuando era joven, también acompañó al joven maestro de la Familia Wen a estudiar, por lo que, aunque no tenía reputación, sus conocimientos estaban ahí.

Después de casarse con Wen Yingniang, salió a brindar con una agradable apariencia, por lo que mucha gente en Fucheng tenía un buen presentimiento sobre él.

Zheng Yi también lo elogió: ―Creo que este Wen Ming es mucho mejor que ese Liao Qinghe, así que el que esté dispuesto a casarse con Wen Yingniang y entrar en su familia es realmente un poco inesperado.

Si fuera él sería imposible casarse con Wen Yingniang.

Pero... echando un vistazo a Jiang Zhen y pensando que Jiang Zhen había hecho algo parecido a ese Wen Ming, Zheng Yi sintió que ese Wen Ming también era bueno.

Esa Wen Yingniang, aunque ya estaba casada, era al menos más guapa que Zhao Jinge, su dote también era generosa.

―Le gusta Wen Yingniang. ―Dijo Jiang Zhen, mirando a Zhao Jinge.

Zhao Jinge se congeló, comprendiendo de repente el significado de Jiang Zhen.

Wen Ming estaba dispuesto sólo porque le gustaba Wen Yingniang, Jiang Zhen... también le gustaba.

Zhao Jinge se sintió como si estuviera comiendo miel, sólo que su corazón se sentía aún más dulce que la miel.

En ese momento, Jiang Zhen discutió con Zheng Yi sobre la salinera y acordó ir mañana a la antigua Salinera de Hongjiang y echar un vistazo a la Salinera de Changhe de ahora.

Zheng Yi quería ayudar al Señor Yang a ocuparse de los asuntos de la salinera para que ésta pudiera producir sal lo antes posible, pero Jiang Zhen quería construir primero un muelle en el terreno que Zheng Yi había encontrado para él.

De este modo, Jiang Zhen ya no tenía suficiente dinero en su mano. Afortunadamente, se encargó de un gran negocio: Ayudar a la Salinera de Changhe a transportar la sal. Después de eso, el Edificio Qingfeng en Fucheng también abriría...

Wen Ming tenía la intención de quedarse con la Familia Wen, por lo que Jiang Zhen cavando no tuvo éxito, pero no trató de forzarlo. Al día siguiente, tomó a Zhao Jinge y a Zhao Mingzhu, y siguió a Zheng Yi a la costa en barco.

Hace unos meses, hubo un combate a gran escala en la costa, en el que murió muchas personas, pero ahora no se veía nada de eso aquí.

Los huesos de los difuntos eran mordisqueados por los animales o se pudrían. Finalmente se convirtieron en el fertilizante de la tierra, excepto los árboles que se volvieron más frondosos, no quedó ni un rastro en este mundo.

Zhao Jinge estaba aquí, así que Jiang Zhen no habló de las penurias de entonces, sino que contó algunas cosas interesantes que encontró aquí, como que alguien fue a la costa a buscar conchas comestibles y fue accidentalmente asediado por cangrejos, o que se quedaron dormidos por la noche y de repente llovió, por lo que tuvieron que despertarse y buscar un lugar para esconderse de la lluvia.

Zhao Jinge no se rió, pero sintió cierto cosquilleo en los ojos, sólo que se contuvo y no lo mostró.

Jiang Zhen lo hizo parecer fácil, pero pudo escuchar lo duro que fueron los días de Jiang Zhen en la playa. Todavía hacía mucho frío en ese momento, así que cuando Jiang Zhen y los demás se vieron envueltos en la lluvia, no podía ni imaginar lo incómodo que era.

―Jiang Zhen, dijiste que tenías un nuevo método para hacer sal. ¿Cuál es? ―Cuando llegaron a la Salinera de Changhe, Zheng Yi preguntó.

―Sal secada al sol. ―Dijo Jiang Zhen.