"Solo por ti,caminaría
en la infinidad." Josh GrobanDentro del salón del baile, hacía un calor sofocante. Elizabeth se abanicaba, temiendo desmayarse por la
presencia del señor De Guille, la temperatura elevada y el corset demasiado ajustado.
Tal vez podía evitar el baile, si subía para ver que William estuviera bien y se demoraba más de lo
necesario. O podía salir al jardín, para recuperar el aire y huir del compromiso.
-Lizzie, ¿te sientes bien?- preguntó su esposo- Estás pálida.
Pensó en aprovechar la preocupación de Darcy para evitar la danza. "Cobarde", se dijo así misma. Sacó
de su mente las ideas que la estaban haciendo divagar y se concentró en su marido y el baile.
-Es el calor, ¿no lo sientes?
-Claro que sí. Si no tuvieras el siguiente baile prometido, te invitaría a salir al jardín.
-¡No digas eso!- exclamó Elizabeth.
-¿Por qué, cariño?- preguntó Darcy.
-Porque lamentaré más aún el haberle dicho que sí a tu socio.
Darcy le tomó la mano y se la llevó a los labios. El Sr. De Guille se acercó hasta ellos.
-Madame Darcy, ¿me acompaña para el próximo baile?- preguntó con una breve reverencia- Si a su
esposo no le molesta.
Darcy meneó la cabeza y señaló la pista en forma de aprobación. Elizabeth le dedicó una sonrisa forzada
al francés y tomó su brazo.
Se colocaron en posición, Georgiana estaba junto a ella lista para bailar con Peter Archer, un conocido de
la familia que había venido desde Londres para el baile. Elizabeth la miró y su cuñada le sonrió feliz.
La danza comenzó y, el Señor De Guille, empezó a conversar en los momentos que podía.
-Baila usted realmente bien. Imagino habrá asistido a muchos bailes.
-Gracias, pero mis aptitudes se las debo a mis hermanas. Solíamos practicar con ellas en la sala de mi
casa, mientras una tocaba el piano- respondió cortésmente.
-Seguramente habrá sido muy solicitada en los bailes, cuando tuvo edad para bailar- insistió.
-No. Mi hermana Jane siempre fue la más solicitada- contestó.
-Sin duda es muy bonita, pero usted...usted, Lizzie, tiene unos ojos cautivantes que revelan a una mujer
apasionada.
Elizabeth sintió la mano del francés en su cintura y le desagradó totalmente. El baile lo requería, pero el
comentario impropio y el contacto de su mano, hizo que girara su cabeza en dirección de donde estaba
Darcy. No lo encontró. Respiró profundamente y esperó que terminara la música.
Lo saludó en forma civilizada y se fue antes que volviera a hablarla.
-Elizabeth, la fiesta ha estado maravillosa, ¿no lo crees?- le preguntó Georgiana extasiada.
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Secuela de Orgullo Y Prejuicio
RomanceEstá historia no es mía, pero me ha encantado y me gustaría compartirla. Todo le pertenece a Jo Darcy (seudónimo). Esperó que la disfruten. Es la versión, que a mi parecer se ajusta mejor a la forma de escribir de Jane Austen.