Capítulo 50

23.7K 832 52
                                    

"A través de la debilidad y la fuerza, la felicidad y la pena,

Para mejor o para peor, te amaré con cada latido de mi corazón" From this moment on, Shania Twain.

¿Se puede pasar?- preguntó Darcy temeroso. Las últimas semanas el temperamento de Lizzie estaba un


poco descontrolado y, después de cada visita de la costurera, esperaban cualquier reacción.


-Pasa- dijo Lizzie.


Darcy la encontró recostada sobre la cama con las manos acariciando el vientre que ya no se podía


ocultar con vestidos fruncidos.


-¿Cómo te ha ido hoy?- preguntó Darcy, sentándose junto a ella y colocando su mano sobre las de ella.


-Estoy resignada. El vestido está terminado, siempre y cuando no tenga que agregarle unos centímetros


antes de la boda- refunfuñó como niña caprichosa- Estoy engordando a pasos de gigante.


Darcy contuvo con mucho esfuerzo la risa.


-Exageras, no estás diferente de cuando esperabas a William- le dijo.


-¡Los hombres no notan nada!- chilló enojada.


-Si mal no recuerdo, ¿este vestido no fue el primero de maternidad que usaste con William?- preguntó


tocando la seda azul oscura que Lizzie llevaba puesta.


-Sí...lo es.


-Ves que los hombres prestamos atención- respondió triunfante- Y te queda perfecto, dándome la razón


con que exageras.


Lizzie esbozó una sonrisa a su pesar.


-Estoy a tiempo que el vestido de la boda no me entre- contestó en un intento de ganar la discusión.


-Veamos- dijo pensativo- Hoy es viernes. Kitty se casa el domingo por la mañana. Creo que hay pocas


posibilidades.


Lizzie bufó y su esposo la besó en la frente y en los labios.


-¿Cómo está mi niña?- preguntó después.


-Ya te he dicho. Que hables del bebé como si ya lo supieras, no te asegurará que sea una niña.


-Será una niña. Estoy seguro- afirmó seriamente.


-¿Y si no lo es? ¿Lo vas a devolver?- le preguntó burlándose de él.


-No. No. Pero tendremos que seguir intentándolo hasta que tengamos una nena- le dijo bromeando.


-¡Sr. Darcy!- gritó escandalizada- Tendré que rogarle a Dios que sea una niña o no me dejarás tranquila.


Los sábados, siempre que el tiempo fuese agradable, se visitaban con Georgiana y Richard.


Como la propiedad de Richard era vecina a la de los Bingley, la familia Darcy, viajó para quedarse cerca


de Green Park, donde sería la boda a la mañana siguiente.


Desde que William caminaba se había convertido en un niño imparable, pero relativamente tranquilo y


obediente. Con sus manitos regordetas señalaba todo dándose a entender, pero sin articular palabras


definidas.


-Lo extraño horrores- dijo Georgie a Elizabeth mientras William jugaba con unos cubos de madera- Crece

Secuela de Orgullo Y PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora