TREINTA Y CINCO

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(Adv: contenido sexual. Pueden saltarse este capítulo si les molesta)


Entre besos y prendas volando por todas partes, Kim Seokjin y Kim Taehyung atravesaron la puerta del apartamento. Era como si todo hubiera pasado en un borrón para Taehyung; en un segundo estaba besando a su futuro novio en la pista de baile, al siguiente le pagaban a un taxi por dejarlos en la residencia y enseguida parecían haber aparecido en su piso.

Todo su cuerpo vibraba, tal vez efectos del alcohol pero más probablemente consecuencia de los besos que el mayor estaba presionando en su cuello en ese instante, sumado tal vez a las manos que acariciaban su cintura debajo de la ropa. Taehyung no podía ni quería racionalizar mucho, sólo quería perderse en Kim Seokjin completamente. Cosas como su falta de experiencia o el corto tiempo que llevaban en la relación no le importaban demasiado.

Lo único que sabía y percibía a ciencia cierta es que quería que el mayor lo hiciera suyo, que sus manos borraran toda sensación de incertidumbre que habían vivido los últimos meses o que sus besos aliviarán un poco el corazón lastimado de su novio.

El castaño suspiró profundo cuando su espalda chocó contra el pasillo, su roommate presionándose contra él, dejando cero espacio entre los cuerpos con la pierna colándose entre las suyas. Sólo pudo aferrarse como pudo a sus hombros anchos, enredando sus dedos en el cabello del mayor y cuando este succionó con fuerza sobre su clavícula, tiró de sus cabellos haciendo que Jin gimiera sobre su piel y fue como si algo cambiará dentro de él.

Bajó sus manos por la espalda hasta llegar a las nalgas del mayor, amasandolas y presionandolas contra su cuerpo, buscando más presión sobre su entrepierna y maldito sea si eso no era lo más delicioso que había experimentado en su corta vida.

Podía sentir su corazón latir de manera descontrolada, a la par de su respiración agitada. Su mente se encontraba perdida en algún punto que ya no podía recordar con claridad al estar perdiendo casi por completo su razonamiento. Jin, Jin, Jin, era todo lo que podía repetir como un trance, un gemido roto se escapó de sus propios labios y Jin abrió los ojos observándolo con hambre y soltó lo que parecía un gruñido bajo. Apretó sus ojos con un poco más de fuerza al alcanzar a oír aquél sonido, sintiéndose ligeramente intimidado ante el porte dominante que había aparecido de repente el hombre entre sus piernas.

Mismo hombre que tomó su cintura, y lo tiró hacia la cama de su habitación, apoyándose sobre él. Afortunadamente sus camisas ya no estorbaban entre ambos por lo que el contacto de piel con piel sobre la cama se sentía celestial. Rodeó la cintura de Jin con sus piernas, queriendo sentirlo más cerca y Jin comenzó a simular embestidas sobre él. Sus bocas unidas en un beso fogoso e intenso en el que sus dientes a veces chocaban, pero así era perfecto. Necesitando de manera urgente algo para sostenerse, o mínimo para llegar a apretar, nuevamente enredó sus dedos en los sedosos cabellos del más alto, jugando con ellos de manera desordenada y tratando de igualar sus movimientos con su cadera para frotarse con más intensidad.

— Por favor... — Exclamó en un evidente tono de súplica al separarse levemente del beso, aún rozando sus labios con suavidad. Arañó un poco la nuca de su compañero cuando la sensación de necesidad desbordó de su cuerpo, haciéndose un tanto insoportable todo el calor que estaba experimentando, su piel perlada por el sudor.

— ¿Qué quieres, pequeño? — preguntó el mayor, con dificultades en su respiración, acariciando su mejilla con ternura y delicadeza con una de sus manos.

Un poco impresionado con el cambio del mayor, que un segundo parecía listo para comerlo y al otro lo trataba con tanto cariño hizo verdaderos estragos en su corazón, ¿Cómo se supone que iba a sobrevivir a tener un novio como Jin?

— No sé, hyung. Nunca he hecho esto. — confesó sin mayores problemas, el contrario asintió.

— Eso está bien, no te preocupes, no tenemos que seguir hasta el final. Puedo hacerte sentir bien de otras formas. ¿Eso estaría bien para ti? No dudes en dejarme saber si te sientes incómodo y quieres parar. — expresó con algo de preocupación y el corazón de Taehyung terminó de derretirse por completo.

Y decían que pedir consentimiento no es sexy.

— Sí, hyung... — le sonrió con mucho cariño y asintió.

Con un nuevo interés renovado, el mayor se posicionó mejor sobre la cama, alineando ambas erecciones sobre la ropa. El menor abrió más sus piernas, dándole todo el espacio que necesitara. Las manos de Jin fueron a parar a cada lado de su cuerpo sobre la cama. En la nueva posición, comenzó a moverse sobre él y Taehyung suspiró porque no tenía idea de que algo tan simple pudiera sentirse tan bien.

A pesar de que sus pantalones y su ropa interior aún estaban en el camino, aquel contacto era suficiente y pronto ambos se movían contra el otro, buscando más fricción mientras sus bocas eran un enredo de lengua y gemidos. Cada vez más desenfrenado y necesitado, su miembro hasta dolía un poco de lo duro que estaba, podía sentir su ropa interior húmeda gracias al presemen.

Sus labios se acercaron a la barbilla del contrario, mordiendo y succionando sobre su mandíbula y cuello, tirando su cabello alborotado hacia atrás, ansioso por el placer que le recorría cada parte de su ser.

— Seokjin... —murmuró entre jadeos desesperados, tensando sus piernas a los costados de aquel esbelto cuerpo para intentar detener la culminación de aquel acto tan deliciosamente placentero. Sus uñas trazaron líneas en la gran espalda llena de músculos bien definidos, llegando por fin al dichoso orgasmo que tanto había deseado, tensando sus paredes y salpicando su ropa interior sin discriminación. El mayor ahogó su propio orgasmo en su cuello, dejando una mordida con fuerza allí.

Su mente estaba hecha puré en la mejor forma posible, apenas recuperándose del climax que había experimentado. Jin se retiraba de encima suyo y caía a su lado, tirando de el en un abrazo. El castaño aprovechó para dejar el pecho del mayor.

— ¿Todo bien, Taetae? — cuestionó después de haberse recuperado un poco, Taehyung con los ojitos cerrandose por el sueño.

— Más que bien, fue increíble. — respondió con una sonrisa atontada que el pelinegro correspondió.

— Me encantas, Kim Taehyung. He sido un tonto las últimas semanas pero fue porque estaba aterrado, espero algún día poder contarte un poco más de mi pasado. Mientras tanto, me aseguraré de cuidarte y protegerte, dejar de poner trabas para que este amor que siento por ti siga creciendo día tras días.  — se sinceró Jin, provocándole un nudo en la garganta al chico.

— Cada día estoy enamorado más enamorado de ti, Kim Seokjin. Por favor no me alejes más, no te tomes este amor a la ligera, yo siempre voy a escucharte. No tienes que temer. — completó Taehyung inclinándose para dejar un beso sobre su boquita.

— Está bien, amor. — atinó a arroparlos a ambos con una cobija.

Pronto ambos cayeron en un sueño profundo.

(Maratón 1/?)

My Roommate ✘ k.th + k.sjWhere stories live. Discover now