CUARENTA Y DOS

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Taehyung estaba observando una vez más la fotos para el proyecto de ACE y sinceramente nunca se había sentido tan orgulloso. Había tomado por inspiración una estética más antigua y después de haber visto un par de episodios de Untamed fue como que todo había tenido sentido en su cabeza.

Por supuesto, requirió más presupuesto de lo previsto y Yoongi intercedió mucho por el para que este fuera aprobado y el resultado estaba francamente increíble, demostrando que valía la pena

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Por supuesto, requirió más presupuesto de lo previsto y Yoongi intercedió mucho por el para que este fuera aprobado y el resultado estaba francamente increíble, demostrando que valía la pena. En el formato del álbum estaban en el medio y cuando lo estaban promocionando, sus fotos no fueron utilizadas, porque no eran tan apegadas al concepto del álbum como lo que Jungkook hizo, simplemente estarían ahí como una muy agradable sorpresa.

Estaba satisfecho con su trabajo y Yoongi lo felicitó por salirse de norma, incluso Jungkook dijo que envidiaba un poco su visión artística, una opinión que viniendo de Jungkook lo animaba bastante. Con el éxito del proyecto y el debut de Taehyung como fotógrafo para idols, decidieron hacer una pequeña celebración. Es así como los seis chicos habían terminado por arreglar una reunión en el apartamento de Yoongi y Hoseok.

Estaba sentado en el sofá en el que alguna vez había llorado con Jimin y el sólo recuerdo hizo que su cara se arrugara por la vergüenza. Volteó a mirar a Jungkook quien tenía a Jimin sobre sus piernas y este le daba papitas directamente en su boca. Jimin lucía radiante y Jungkook se veía mucho más afectado de lo que había esperado. Para ser sincero no tenía la menor idea de lo que había pasado después de la confesión de Jungkook pero le alegraba inmensamente ver a sus amigos así.

Hoseok por otra parte había organizado también otra celebración dentro de la celebración. Un pastel especial que tenía para su aniversario con Yoongi y del que quería que todos sus amigos más cercanos hicieran parte. Eso solo lo sabían Jimin y Taehyung porque ellos recogieron el pastel varias horas antes. Tae no podía evitar sentirse nervioso, ansioso y muchos adjectivos que terminaban en oso, porque el tema de Yoongi aún rondaba por su cabeza y más aún porque nunca tuvieron una respuesta de lo que habían visto aquel día.

Definitivamente, esperaba no fuera algo malo.

Seokjin por su parte aún no había llegado, el sería el último en llegar con Yoongi y lo extrañaba un poco aunque hubieran dormido juntos la noche anterior y lo hubiera acompañado a almorzar en su trabajo.

Después de un rato largo, finalmente los dos mayores llegaron, provocando un gran alboroto en los menores y comenzando por fin la fiesta que Hoseok insistía en decir que no era, sino una reunión privada.

Con alcohol y comida, el ambiente se hizo rápidamente, escuchando canciones y hablando de cualquier cosa, los chicos podían entretenerse mutuamente, aún le parecía impresionante toda la química que había entre ellos. Por un instante pensó que su primo Namjoon podría encajar allí, su personalidad se mezclaría muy bien y estaba seguro que se llevaría más que bien con todos, sobretodo Yoongi.

Claro que... Jin no contaba.

Namjoon nunca podría ser parte de ellos.

Esa realización hizo que su ánimo decayera un poco y se quedara más callado en la reunión cosa que su novio percibió y apretó las manos que tenían enlazadas.

— ¿Qué pasa, taetae? — le preguntó al oído, se relamio los labios.

No quería mentir, pero no quería dañar el ánimo del mayor cuando se veía tan contento, hablar de su primo estaba seguro podría desencadenar una terrible reacción en él.

— Recordé algunas cosas que me ponen triste, pero está bien. — le dió una sonrisa leve pero sincera.

— Cuando me acuerdo de mis cosas tristes lloro un poco, pero intento hacer mentalmente una lista de las cosas buenas que hay en mi vida. Me ayuda a enfocarme nuevamente. — aconsejó con una voz suave.

— Gracias. — respondió bajito y dejó un beso en su mejilla.

— Hay que jugar a los secretos. — anunció Jimin cuando vació la botella de soju que tenía de un sorbo, poniéndola horizontal sobre la mesa.

— Está bien, adelante. — cedió Hoseok, acomodándose para que quedarán en un circulo alrededor de la mesa.

— ¿Cómo se juega? — se sentó Taehyung en el piso.

— Es sencillo, si te apunta la punta debes decir un secreto confiando en que quienes te escuchan lo guardaran. Si decides no contarlo, te hace no merecer el próximo secreto, así que no puedes escucharlo. — le explicó Yoongi.

— Al final, quien haya escuchado más secretos se convierte en el guardián de los secretos y todos debemos hacerle por tres favores por su dedicación y su silencio. — complementó Jungkook.

— La información cuenta con que sea desconocida para al menos una de las personas que está escuchando. — habló Seokjin a su lado. — así que, tienes algo de ventaja, amor.

— Está bien, hagámoslo. — accedió Taehyung.

Con todos listos, Yoongi giró la botella. Se detuvo en cámara lenta en Jimin.

— ¿Lo cuentas o mejor te tapas? — preguntó Hobi.

— Pueden escuchar. Mi secreto de hoy es que en realidad cuando era niño mi sueño era muy diferente. No quería ser bailarín, quería ser un espadachín y tomé clases de esgrima por varios años. — los demás chicos asintieron ya sabiendo la información pero para Taehyung era una revelación tremenda.

Se quedó mirando a Jimin impresionado y cuando se dió cuenta ya la botella había girado en alguien más.

— Yoongi, ¿Lo cuentas o lo tapas? — preguntó Yoongi.

— Me tapo. — Yoongi se mordió el labio.

Hoseok se vió sorprendido. Jungkook y Taehyung intercambiaron miradas. La botella volvió a girar cayendo esta vez en Hoseok y después de ver a Yoongi poniéndose los audífonos en los oídos y darse la vuelta, Hoseok susurró muy bajito.

— Tengo miedo de que Yoongi me esté engañando.

Jimin y Jin abrieron los ojos con sorpresa y Jungkook y Taehyung se pusieron pálidos. Hoseok tocó el hombro de Yoongi quien se dió la vuelta. La botella giró de nuevo, cayó en Jin.

— Hyung, cuentas o tapas... — inquirió Jungkook nervioso. Seokjin lo pensó por unos segundos.

— Cuento. Es tiempo de que entiendan un par de cosas. —tomó una respiración profunda antes de hablar. Yoongi le dirigió una mirada preocupada. — Cuando iba a la secundaria sufrí de bullying. Creo que todos lo sufrimos alguna vez pero... Todo el colegio estaba en mi contra, no había momento en que pudiera sentirme tranquilo, hicieron todo por destruirme y aunque me lo merecía, me parece difícil olvidarlo. — temblaba un poco para el final. Taehyung le dió un abrazo fuerte.

— No lo merecías, hyung. — susurró en su oído.

— Lo hacía, así como no te merezco a tí.

My Roommate ✘ k.th + k.sjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora