CUARENTA

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— No sabía que estabas en Seul, es que de hecho nadie sabía nada de tí. Fue como si te desaparecieras de la faz de la tierra. Como si te escondieras cuál cucaracha.— se acercó y lo observó con la ceja enarcada.

— Si, me pregunto porqué será. — respondió Taehyung sarcástico.

— Porque eres una gallina, te dicen que la policía nos está buscando y ahí te echaste para atrás. Nos abandonaste allí. —  reclamó con el ceño fruncido, dándole un golpe ligero en el hombro.

— Esa mierda que ustedes hicieron no era problema mío, Wooshik, lo saben. Yo sólo entregaba los paquetes, ese era el trato. — enojado, tiró el cigarrillo y lo apagó con el pie. — Que ustedes se hayan metido a buscar pelea como unos imbéciles no es mi asunto.

— Te crees la gran mierda, ¿No? — Wooshik lo agarró de la chaqueta y lo sacudió. — Joonyoung ahora está en la cárcel y fue porque no estuviste ahí.

— Ni loco me iba hundir con ustedes. No soy idiota, teníamos un trato. — escupió con rabia, quitando el agarre de la chaqueta. — Joonyoung se fue a la cárcel por creer que nosotros podíamos con los Yakuza, y eso es una mierda. Agradece que nadie terminó muerto, ya dejé todo eso atrás.

—  Simplemente alejarte ignorando todo, no quita que seas la misma mierda que nosotros. — le recriminó con odio. — Quien traiciona a sus amigos es peor que la mierda.

— Claro, si a eso puedes llamar amigos, pues muchas gracias. Ya lo superé, llevo una vida diferente ahora. No pienso permitir que me vuelvan a meter en eso. — se alejó mirándolo sobre el hombro. — Y si, creo que soy mejor que todos ustedes, tengo ambiciones más allá de ser un simple y pobre matón de barrio.

— Ten cuidado, Kim Taehyung, la próxima vez que te veamos este encuentro no va a salir igual. — se tronó los nudillos con expresión peligrosa.

Taehyung se alejó volviendo adentro con rapidez y el corazón palpitandole en el pecho. ¿Por qué estaban allí? ¿Quienes más habían llegado hasta Seul ? ¿Por qué tenía que pasar esto cuando su vida ya era tranquila y correcta?

Se dirigió al baño y se lavó la cara, mirándose al espejo por unos minutos y aferrándose al lavabo. No le gustaba vivir con arrepentimientos, pero en momentos así, no podía evitar preguntarse cuán diferente sería su vida si simplemente nunca se hubiera involucrado con ellos.

La necesidad tiene cara de perro y la codicia es como una maldición. El era mejor que eso, podía ser mejor, de eso lo había convencido Yeri y le creía. Le tenía que creer porque toda su nueva vida e identidad se basaba en creer que las cosas podían ser diferentes y que podría formarse un futuro por sí mismo.

¿Cómo podría juzgar a Seokjin por su pasado cuando el mismo tenía tanta mierda detrás? No era mejor persona, incluso a veces dudaba de si era siquiera una buena persona.

Se tomó unos minutos para calmarse y vió a Jungkook a la distancia entretenido hablando con los demás. ¿Cómo podría guiar a Jungkook? No tenía la autoridad moral.

Decidió que lo mejor sería irse. Le envió un mensaje corto a Jungkook diciéndole que le había surgido algo urgente y que se había tenido que ir y con la capucha puesta salió del centro comercial.

Caminó por horas, sin importarle nada, en un intento por despejarse de todas las cosas que lo aquejaban últimamente y cuando se percató de dónde estaba, se dió cuenta de que era la zona en la que su primo vivía. No hablaba mucho con él desde el altercado con Jin y aunque había sido grosero y evasivo no podía evitar extrañar a su primo favorito.

Se quedó parado un momento en la esquina, mirando los edificios cuando sintió un brazo rodearlo. ¿Cuánta gente lo iba a atacar por detrás el día de hoy?

— Taehyungie, ¿Qué haces aquí? ¿Viniste a verme? — Namjoon le sonrió mostrando sus hoyuelos.

— Empecé a caminar y mis pies me guiaron aquí. Nam-hyung, hace rato no te veía. — le dedicó una sonrisa más débil.

— Pasa y conoce mi casa, será un placer para mí recibirte. — le hizo un gesto con la cabeza. Taehyung lo siguió cruzando la calle y entrando a un edificio.

— ¿Necesitas ayuda con esas bolsas? — le señaló lo que traía y el mayor negó.

Finalmente llegaron al lugar, Taehyung mirando el apartamento pequeño, pero ideal para una sola persona. Habían pequeños detalles que lo hacían hogareño, producto del gusto de Namjoon, quien podía también tener una visión muy artística. Dejó las cosas sobre la cocina y se volteó a Taehyung.

— Ponte cómodo, ¿Quieres té? Recuerdo que no te gusta el café. — entró a la cocina.

— ¿No tendrás cerveza? Me apetece despejarme un poco. — se rascó el cuello, mirando todo alrededor.

— Seguro, ve al sofá, tomemos cervezas hoy.

Se sentó sobre el sofá y encendió el televisor. Le gustaba estar allí, se sentía cálido. Namjoon llegó a su lado, con dos latas de cervezas y se sentó en el sofá, dándole una, que agradeció agachando la cabeza y ambos le dieron un par de sorbos.

— ¿No te sientes solo viviendo aquí? — inquirió algo preocupado.

— A veces, he pensado en adoptar un perrito. También podrías visitarme más seguido. — comentó tranquilo, encendiendo el televisor y poniendo algo de música bastante ligera.

— Lo haré. Es solo que ya sabes... Lo que pasó con Seokjin, me descolocó un poco. Nunca te había visto así, hyung. — se relamió los labios y Namjoon soltó un suspiro profundo.

— Es que Kim Seokjin saca lo peor de mí, no tolero verlo y saber que continuó con su vida cuando no lo merecía, tan tranquilo después de lo que hizo. — habló amargamente, Taehyung tuvo un pequeño escalofrío.

Se quedaron en silencio varios minutos. Taehyung sabía que no debía, pero le era imposible callar su mente y su curiosidad.

— ¿Sabes quién es Bae Suji? — atento a su respuesta, se percató de cómo la expresión de Namjoon se descomponía y sus ojos se llenaron de lágrimas.

— Ella era... La mujer más hermosa de este mundo, dulce, linda, inteligente y cálida como ninguna otra. — con expresión soñadora sus ojos brillaron por los recuerdos. — No se merecía lo que le pasó.

— ¿Qué le pasó? — se aventuró a preguntar con mucho miedo.

— Taehyung... No quiero hablar de eso. No me hagas hablar de eso. — se sostuvo el pecho como si le doliera y se levantó. — Voy al baño a lavarme la cara.

Se retiró, dejando a Taehyung perplejo y con escalofrío, la piel de gallina y miedo en el corazón. Su primo también había sufrido y el nunca lo supo hasta ahora.

¿Cuántas cosas no sabía Taehyung?

Ante el paronama incluso se preguntaba si valía la pena saber.

My Roommate ✘ k.th + k.sjWhere stories live. Discover now